★ ★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Luis Buñuel es sin duda uno de los grandes tótems del cine mundial. En Buñuel en el laberinto de las tortugas, el cineasta se convierte en un personaje animado construido con tabiques de ficción y realidad. La película es fantástica y emocionante, confrontativa y conmovedora. En la cinta conviven la animación, las imágenes documentales y los sueños. Todo hace sentido cuando se trata de contar una historia sobre Buñuel desde la ficción, claro. Estupendo trabajo del director Salvador Simó.

El realizador aragonés Luis Buñuel, quien se naturalizó mexicano durante la Guerra Civil española, es célebre no solo por su papel seminal en el nacimiento del surrealismo, sino también por su filmografía, rebosante de películas de referencia: en Europa hizo películas como Un perro andaluz, Bella de día, El discreto encanto de la burguesía o Ese oscuro de deseo; en México hizo películas de referencia del cine nacional como Los Olvidados, Ensayo de un crimen o Viridiana.

Buñuel en el laberinto de las tortugas está basada en la novela gráfica de Fermín Solís. Corren los albores de la década de 1930. El estreno de La edad de oro ha desatado una tremenda controversia e inconformidad en Francia. Debido al escándalo, Buñuel —que en ese entonces era un cineasta incipiente— enfrenta el predicamento de que ya nadie quiere financiar sus películas. Es así que su amigo Ramón Acín le promete que si se gana la lotería, el producirá su nuevo proyecto. Puede sonar a broma, pero sucedió: Acín se ganó la lotería y viajó junto a Buñuel a la zona más pobre de toda España para filmar el documental Las Hurdes. Tierra sin pan. Incluso aparecen fragmentos del documental en la película animada que ahora mismo nos compete.

La obsesión de Buñuel por filmar una realidad rotunda, por mirar incluso por encima de la realidad, así como los sueños como un recurso que nos recuerda la función del director en el movimiento surrealista, redondean este filme que presume un trabajo de animación bellísimo. Su paleta de color es increíble, sus trazos son sencillos pero están llenos de personalidad. El ritmo es fantástico, el tono es atrapante. Y la historia es fascinante. En ella, el acto creador del artista se articula en la comunión entre la generosidad y la crueldad. Es la clase de película que todo cinéfilo querría comentar con sus mejores amigos, acompañado de un café, un vino o una cerveza.

Allende sus muchas virtudes y el deleite que es mirarla, creo que la razón por la cual Buñuel en el laberinto de las tortugas me gustó tanto es porque, fundamentalmente, es una película de aventuras. Sí, como esas donde los exploradores enfrentan obstáculos y peligros para encontrar santos griales. En la película de Simó, hacer cine es una aventura. Una aventura con momentos realistas y surrealistas, llena de sueños, una aventura al fin. Un viaje entre amigos, solo que el “objeto de deseo” común es hacer cine. Luego, claro, encontramos otras necesidades dramáticas del personaje principal, conectadas al pasado, a la relación con su padre, a las fobias inexplicables y a los tormentos de ser un Artista con “A” mayúscula.

Buñuel en el laberinto de las tortugas es una película muy bella pero también muy interesante. La ficción posibilita imaginar, por ejemplo, los sueños de Buñuel. Se abre así, ante nuestros ojos, un juego inesperado, tal vez lleno de ingenuidad, pero nos permite entrar al mundo onírico de un genio. Además, nos permite ver al cineasta que busca filmar la realidad, o incluso filmar por encima de la realidad. En la película, Buñuel argumenta que quiere capturar la realidad con la cámara, pero también lo vemos tratar de imponer su mirada sobre la realidad. Cineasta total. Y mientras Buñuel busca imponerle su mirada a la realidad, lo encontramos en algunas escenas buscando una mirada ajena: la de su padre.

En serio, no te pierdas Buñuel en el laberinto de las tortugas. Vale bastante la pena. El filme ha recogido varios premios importantes, incluyendo el Goya y el premio Platino a la Mejor Película Animada, además de que ganó el premio del Jurado en Annecy, el festival de cine de animación más importante del mundo. Buñuel en el laberinto de las tortugas te llevará a vivir la aventura del cine con uno de sus más grandes aventureros.