Isabel decide rentarle su vientre a una pareja que no puede tener hijos. La joven se ve envuelta así en una trama donde ella es el epicentro: por un lado, está el hijo ajeno que debe llevar dentro de sí y la pareja de futuros padres; por el otro, el hijo del que fue separada. Además, iniciará un amorío con un ex profesor y escritor que no desea tener descendencia y que sufre de un bloqueo creativo.

Así se va trazando la trama de Souvenir, el melodrama mexicano que aborda un tema controvertido con su dosis de efervescencia. La cinta, protagonizada por Paulina Gaitán, Yuriria del Valle, Flavio Medina y Marco Pérez, es dirigida por Armond Cohen.

Ante el estreno de esta ópera prima en salas comerciales, en TOPCINEMA charlamos con el realizador de la película que logró viajar por festivales como Guadalajara, Huelva y Raindance.

Paulina Gaitán es Isabel en ‘Souvenir’

Cuéntame sobre el guion de Ricardo Aguado y qué es lo que resuena en ti para hacer una película como ésta, a modo de ópera prima.

Fue un parto y un proceso larguísimo. Souvenir es una aventura que comenzó hace una década. Tenía interés en contar una historia que hablara sobre la maternidad, la paternidad, la confirmación de las familias, las cosas que ocurren pero de cierto modo no están escritas. Me pareció, en ese sentido, que podía armarse un drama muy profundo y tridimensional.

Soy de los directores que les gusta compartir, no me interesa quedarme con “todo el pedazo del pastel”. Fue así que me acerque al guionista Ricardo Aguado, le presenté una escaletta y fue así que nos acompañamos durante todos estos años. Fue una relación de escritura muy amorosa con Ricardo, muy creativa. Para mí era muy importante contar con una historia que viniera desde adentro, de lo contrario creo que se vuelve muy difícil de diferir lo que uno quiere filmar.

En la película hay cuatro voces, es un juego a cuatro bandas con el embarazo de Isabel al centro. ¿Qué fue importante al momento de consolidar el elenco y ponerle rostro a estos personajes?

Fue un proceso importante con mi amigo [y director de casting] Alejandro Reza. Recuerdo que le dije “ahí está el guion, quiero explorar actores, descubrir a los personajes”. Siempre fui muy congruente con mi idea de no buscar algo comercial solo porque sí, lo que quería era que el casting no cayera burdamente en el juego de la taquilla, sino en actores que lograran comunicarse con sus personajes.

Pasamos un par de meses haciendo castings y call backs. Logramos este ensable coral y con ellos trabajamos como dos meses en ensayos. Soy muy clavado en el trabajo de mesa y escritorio para quitarle todas las capas a los personajes. Todo esto, curiosamente, para llegar a un rodaje donde se nos debe olvidar todo. Lo que pasa es que creo que en el cine primero debes mirar y analizar mucho a tus personajes, pero en el rodaje debes jugar y liberarte un poco para que la magia surja, para lograr cosas espontáneas. Hay muchas partes de la peli que no estaban en el guion, que son más bien las voces de los personajes manifestándose a través de los actores.

Me siento muy afortunado de contar con un elenco como éste en mi ópera prima.

Al momento de definir el look and feel de la película, qué era importante para ti.

Me clavé mucho en la idea de elegir a un director de fotografía que me convenciera. Y terminé con un auténtico “ángel”, un chileno llamado Sergio Armstrong que es un gran cinefotógrafo y que no tienes una idea de cuánto cuidó la película.

Más que la colorimetría, los lentes o la plástica de la película, lo que trabajé con Sergio fue el espacio. Yo quería tener espacios para que los personajes se pudieran desenvolver, no un lugar retacado de luces. Era muy importante para mí dejar que lo actoral sucediera. Creo que apelo más a lo interpretativo que a la belleza visual. Sin embargo, sí conversamos sobre los colores fuertes, sobre la luz, porque la película tiene una trama tan fuerte y dramática que me resultaba imporante meterle luz, que no fuera una película tan oscura o deprimente.

La película ha tenido un circuito de festivales interesante. ¿Qué has notado en el público, qué es lo que les llega o les impacta de la película?

La neta es que el circuito de festivales se vio afectado por la pandemia, pero sí logramos ir a festivales que nos interesaban, donde pudimos sentir al público. Pude ver que los espectadores conectaron de una forma muy amorosa, desde un lugar muy femenino. Me impactó que yo, siendo hombre, estaba tocando fibras muy femeninas en el público. Me decían “qué padre que te arriesgues a contar una historia donde una mujer toma una decisión sobre su cuerpo”. La película toca un tema importante en la agenda de las mujeres hoy.

Ahora, lo cierto es que también no todos los comentarios eran a favor de lo que estábamos contando y créeme que lo entiendo: sé que es una película polémica, pero creo que siempre es bueno escuchar las críticas, escuchar los dos polos, porque es saludable e interesante.


Souvenir ya está en salas de cine y es un estreno de Latam Pictures.

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