★ ★ ★ ½ | Por Arturo Garibay

Margaret Qualley y Sigourney Weaver protagonizan El trabajo de mis sueños (My Salinger Year, 2020), una pieza de aprendizaje y maduración inspirada en la juventud de Joanna Mankoff durante el breve tiempo que trabajó en una agencia literaria. La cinta no solo nos muestra un discreto “detrás de cámaras” de la industria literaria, también nos habla sobre los sueños y la importancia de aferrarnos a ellos, aunque suene cursi.

Joanna (interpretada en la ficción por Qualley) es una joven que llega a Nueva York con un sueño bajo el brazo: convertirse en poeta. Para poder mantenerse en la Gran Manzana, Joanna consigue trabajo en una agencia literaria bajo las órdenes de Margaret, una mujer tajante y sobria. Joanna recibe la tarea de leer las cartas enviadas por los fans del escritor JD Salinger para darles respuesta con mensajes genéricos.

Sobra decir que entre su relación con Margaret, el contenido de las cartas y las repentinas llamadas de Salinger, Joanna va delineando su futuro sin saberlo. Puede que sea porque se trata de una historia real o porque todos tenemos un sueño que deseamos alcanzar, pero el puente que se tiende entre la Joanna de la película y el espectador se siente auténtico.

Una película sencilla y genuina

Observando la relación que se teje entre Joanna y Margaret, podemos pensar a El trabajo de mis sueños como una suerte de El diablo viste a la moda pero en el mundo literario. Y algo hay de eso. Sin embargo, las películas son distintas en tono y factura. La contextura de cine indie de El trabajo de mis sueños es evidente, no busca la estridencia de una película comercial; se trata de una película con un tono más contenido, apaciguado.

Interpretativamente, la película satisface. Qualley y Weaver entregan actuaciones solidas y agradables. Atmosféricamente, la peli también sale bien librada. La trama ocurre a mediados de la década de 1995 y ciertamente podemos encontrar que la película se inspira en el look and feel del cine indie estadounidense de esos años.

Escrita y dirigida por el franco canadiense Philippe Falardeau, realizador de la entrañable Monsieur Lazhar, al final El trabajo de mis sueños es una experiencia disfrutable, con un relato que hace sentir bien y que deja espectadores satisfechos.


EL TRABAJO DE MIS SUEÑOS es un estreno de Cinépolis Distribución. Ya en cines.

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