Una adolescente hace buenas migas con una joven problemática pero encantadora en MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN, la flamante coming of age del director Marcelino Islas Hernández. La cinta es protagonizada por Ana Valeria Becerril y Sofía Islas, hija del realizador y que hace su convincente debut actoral en este filme.

En el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 36) logramos charlar con el realizador sobre esta pieza donde continúa patente su interés por las historias femeninas. Sin embargo, en esta ocasión se impone la mirada juvenil, acompañada de la dicotomía entre el pop y el rock, así como los reveses de la entrada a la adolescencia.

Marcelino, de nuevo se suma a tu filmografía una película donde se cuenta una historia de mujeres. ¿De dónde proviene tu interés por los relatos femeninos?

Creo que tiene que ver con la observación femenina. Crecí con mi mamá y mi hermana. Sofía, Aida y Luciana son mis compañeras de vida. Eso es una parte. Por otro lado, creo que me siento muy identificado con esa sensibilidad, es algo que he ido encontrando en mí y voy descubriendo de poco a poco.

La música juega un papel muy importante en MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN. ¿Cómo fueron las conversaciones con Torreblanca para trabajar la parte musical? ¿Cómo se dio la consolidación del cancionero de la película?

Yo creo que cuando se hace una película de adolescentes, la música debe ser una parte importante. No puede faltar. Desde el mismo rodaje teníamos una bocina bluetooth y antes de escena poníamos música e íbamos invocando cierta energía, la cual creo que se logra llevar a la pantalla.

Por un lado, trabajé con Fernando Heftye, el supervisor musical, todo el tema del cancionero y las licencias. No teníamos dinero para conseguir canciones de 1993, así que buscamos bandas que sonaran como se necesitaba y creo que aportan mucho a la película. Después, con Torreblanca, el asunto fue hablar de la sensibilidad del personaje y que eso lo reflejara la música. Me gusta mucho lo que hizo en los dos sentidos que trabajó. Por un lado tiene muchas canciones falsas, tipo de los noventas; el tema del inicio nos lo inventamos para crear una cantante tipo Fey que aparece en la película. Luego también está el tema del score, el cual siempre es parte del personaje.

En tu trabajo anterior, que fue CLASES DE HISTORIA, tenías a dos mujeres confrontadas y contrastadas al frente del elenco. Ahora pasa lo mismo en MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN, aunque en circunstancias distintas. ¿Repetiste el sistema de trabajo o ideaste uno completamente ditinto para dirigir a tus actrices?

Fue muy distinto. Para mí era muy importante que Ana Valeria [Becerril] se le impusiera a Sofi [Islas] por completo. Sofi nunca antes había trabajado en una película. En ese sentido, la primera vez que se ven en pantalla es, también, la primera vez que ellas dos se vieron en la vida real. Fue una decisión creativa, como director, pero creo que ese tipo de cosas sí afectan en pantalla. Además, el hecho de que Sofi sea mi hija en la vida real le dio también un giro importante a la forma de trabajo.

¿Cómo se trazó la consolidación del elenco? ¿Escribiste la película para Sofía?

Empecé a escribir la historia y un día llamé a Sofia en plan de “hija, quiero hablar contigo”. Le expliqué que el papel era para ella. Yo esperaba emoción de su parte, pero su reacción fue otra [risas]. Sofía Islas ha sido la actriz más difícil para convencer, fue un estire y afloje para convencerla de que era capaz hacerlo. Yo la veía a ella en el personaje.

Me gustó mucho la reacción de ayer en la que el público abrazó así a su personaje y aplaudió de esa manera su actuación. Fue muy lindo el proceso para ella. Yo creo que mi función como director es ser siempre una red de seguridad para todos los que trabajan conmigo, y como papá aún más. Mi objetivo ahí es hacerla creer que puede hacer lo que ella quiera. Si después quiere continuar actuando, sería increíble, pues ahora sabe que es capaz de hacer una película y conseguir una actuación sólida.

Con el resto del elenco, yo los fui buscando.  A Ana Valeria la conocí en el Festival de Hermosillo, ella era jurado. Le conté del guion que estaba escribiendo y se unió de inmediato. Con Edwarda Gurrola y Marta Claudia Moreno fue igual. Yo no hago casting. Me gusta mucho hacer cine en familia, con mi equipo, mis actrices, todos estamos en esta sinergia y creo que eso se ve en pantalla.

¿Cómo se siente para ti volver al FICG y que este festival sea el trampolín en el que se dispara el vuelo de MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN?

Es muy importante para mí. En el 2010 estuve aquí con MARTHA, mi primera película. Después de Guadalajara nos fuimos a Venecia. Ahora aceptamos la invitación de estar acá y vamos a Roma la próxima semana, entonces se empiezan a hacer vínculos simpáticos del destino. De Guadalajara a Italia —o viceversa— es casi la ruta que hemos estado tomando. Estoy muy contento de estar en Guadalajara, es un festival muy chido y me gusta mucho la selección y la vibra del festival.

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MI NOVIA ES LA REVOLUCIÓN forma parte de la competencia por el Premio Maguey del FICG 36.

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Entrevista por Arturo Garibay para TOPCINEMA.