★ ★ ★ ★ | Por Arturo Garibay
EPISODIOS 1 & 2

¡Por todos los dioses prehispánicos! Entre aventuras, profecías y motivos mesoamericanos, MAYA Y LOS TRES es el fantástico divertimento que estalló en la mente de Jorge R. Gutiérrez y se ha vuelto realidad para iluminarnos las pupilas. La flamante serie animada de Netflix es tan emocionante como exhuberante, según he podido constatar tras el visionado de sus primeros dos episodios durante el Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Porque, francamente, me han bastado dos capítulos para decidir que voy a comprometer mi tiempo a devorarme esta serie tan rápido como sea posible.

Pensada como un relato épico de cuatro horas y media que ha sido dividido para que podamos verlo en nueve partes, MAYA Y LOS TRES cuenta la historia de una joven rebelde que, al llegar sus quince años, debe asumir su rol como princesa de los Tecas, el pueblo gobernado por sus padres. Pero Maya, respondona e impasible como es, quiere algo más que solo ser una figura decorativa o una diplomática como su madre. Ella quiere ser como su padre o sus hermanos: una guerrera incansable. Como ya podemos imaginar, seguro que la ruta de Maya no será la de replicar el camino materno o paterno, sino consolidar uno muy propio.

UN MAREMOTO AUDIOVISUAL: MAYA Y LOS TRES ES EL “EYE CANDY” ANIMADO DE 2021

MAYA Y LOS TRES es el nuevo relato audiovisual del creador de El Tigre y El Libro de la Vida. La estética distintiva de Jorge R. Gutiérrez se ve exponenciada en este relato épico y rebosante de creatividad. Gutiérrez crea una amalgama multicultural para dar forma a una mitología propia. En MAYA Y LOS TRES conviven las herencias azteca, maya e inca, pero creando un corpus fantástico totalmente nuevo. En este universo, las culturas milenarias diseñadas por Gutiérrez deben combatir a los dioses del inframundo.

El resultado es visualmente delirante, magnético… Excesivo en el mejor de los sentidos. Este rococó mitológico firma la identidad gráfica de MAYA Y LOS TRES. Me queda claro que en manos de un realizador menos talentoso, la sobrecarga visual que vemos en pantalla habría resultado chocante. Pero aquí no. Darle play al episodio en turno se siente como romper una piñata: solo quieres quedar sepultado bajo los dulces.

Pero la licuadora de intereses visuales y mitológicos del creador de esta serie no es lo único valioso en MAYA Y LOS TRES. Gutiérrez también toma el arquetipo narrativo de “El Elegido” para darle la vuelta y jugarlo a su manera. El animador disipa el tufillo mesiánico-varonil ya tan manoseado para moldearlo con frescura: ahora tenemos una Elegida que, en clave cómica y aventurera, vivirá al mismo tiempo no solo su proceso de descubrirse como heroína, sino su propio arco dramático al modo de un gran coming of age.

EL “PANTEÓN” DE MAYA Y LOS TRES

Voy a usar la palabra “panteón” —como cuando hablamos de los templos en tributo a las deidades— para referime al tremendo elenco de voces de MAYA Y LOS TRES tanto en español como en inglés. En nuestra lengua, encontramos a Sandra Echeverría haciendo la voz de Maya, mientras que en la versión anglo aparece Zoe Saldana. El elenco multinacional incluye a Diego Luna, Gael García, Kate del Castillo, Stephanie Beatriz, Joaquín Cosío, Rita Moreno, Wyclef Jean y hasta al propio Gutiérrez, entre muchos más. No hay fisuras en este casting vocal.

Al final, solo me queda decir que MAYA Y LOS TRES es una historia divertidísima y con una identidad muy propia. Que la niñez actual pueda verse reflejada ahí, que decidan arropar esos personajes y apropiarse de esas aventuras, es lo mejor que podría pasar. Gutiérrez eleva (¿o transforma?) el interés por las culturas mesoamericanas y las integra exitosamente en un producto que tiene elementos para impactar la cultura pop contemporánea. En este juego de pelota, la decisión está ahora del lado del público.


MAYA Y LOS TRES es un estreno de Netflix, disponible aquí desde el 22 de octubre.

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Una crítica de Arturo Garibay para TOPCINEMA.
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