Las narrativas e historias del pueblo judío llegan a las salas de cine mexicanas para cautivarnos una vez más. En efecto, ya es momento de celebrar una nueva edición del Festival Internacional de Cine Judío en México (FICJM), que desde el 27 de enero arranca su 19a. edición con una programación muy llamativa. Y no solo eso: además regresa a proyecciones presenciales en sedes de distintas ciudades del país.

Abanderado por el tema de esta edición que es “Bereshit”, el 19° FICJM es una aventura fílmica marcada por inicios y reinicios, sobre todo tras el tremendo impacto que la pandemia por COVID-19 tuvo en el entorno cultural y cinematográfico en México y el mundo.

Ante el arranque de las actividades y proyecciones del FICJM, en TOPCINEMA buscamos a la directora del certamen fílmico, Fredel Saed Raffoul para charlar sobre lo que podemos esperar en las salas de cine y en los espacios virtuales donde el festival tendrá presencia.

Una de las primeras cosas que salta a la vista es que hay un crecimiento en programación, sedes, ambiciones e intenciones. ¿Cuéntanos sobre qué lleva al Festival a dar un nuevo paso adelante?

Creo que para nosotros sí ha habido un antes y un después del episodio del terror al que llamamos pandemia. Eso por un lado, pero también es cierto que nosotros mismos ya estábamos en una posición sanamente autocrítica. Si bien estábamos felices con las cosas que habíamos logrado como evento, con nuestras películas y con nuestros públicos, sabíamos que podíamos aventurarnos a más. Así que nos preguntamos: ¿qué podemos hacer con la programación? ¿Cómo alcanzamos nuevos públicos? ¿Qué hacemos después de un 2021 en el que exhibimos nuestras películas con las salas al 30% de su capacidad a causa del coronavirus?

¡Pues vamos a “reiniciar”! Justo lo que dice nuestro slogan. Así que estamos abriendo nuevas secciones de documental y de cine mexicano. Para nosotros el paso es gigante en términos de logística, inversión y programación. Esto lo hacemos porque creo que así podemos complacer tanto a nuestro público cautivo como a nuevos espectadores que todavía no nos conocen como festival. Lo que tenemos es una programación de secciones nuevas que se va a plataformas digitales y nuestra sección tradicional que llega a salas de cine. El FICJM tiene un formato híbrido.

Fredel Saed, directora del FICJM

En ese sentido y gracias al formato híbrido, a las ventajas de las nuevas tecnologías y al trabajo del equipo del FICJM, creo que es justo recordarle al público que todo el año hay Festival de Cine Judío, ¿cierto?

Así es. Tenemos actividades todo el año. Por ejemplo, las películas de nuestro catálogo se pueden disfrutar todo el año en Cinépolis Klic. Pero eso no es todo. Al ser un proyecto híbrido y anual, lo que hacemos constantemente son proyecciones en universidades, centros culturales, en museos durante los 12 meses. Así vamos creciendo, abarcando más formatos, más contenido y adaptándonos al público.

Se planeaban actividades de industria. ¿Qué quiere aportar el FICJM al ecosistema de producción y al entramado colaborativo del cine nacional e internacional?

Teníamos planes de hacer un evento especial para cineastas judíos en México. La situación pandémica nos ha hecho reaccionar y ser precavidos. La incertidumbre nos ha hecho poner algunas “pausas”. La idea de hacer eventos de networking, de colaboración, de intercambiar ideas, en los que podamos conocernos, va más allá de juntarnos a ver películas con un cubrebocas puesto. No queremos exponer a nadie, ni de desencantar a quienes pudieran estar interesados en actividades de este tipo a causa del contexto pandémico. Pero si es algo que queremos hacer, queremos ver la posibilidad de hacer encuentros, actividades con cineastas presentes, pero ya será más adelante. Nos encanta la idea de hacerle espacio a la industria y mostrar lo importante que es para nosotros. Queremos que los cineastas —particularmente los de la comunidad judía— sepan que esta es su casa. Hay muchísimos jóvenes de la comunidad que quieren dedicarse al cine… y nuestra chamba será crear espacios adecuados y seguros para crear sinergia.

¿Qué ocurre con los homenajes planeados?

El homenaje que se había empezado a prospectar para Arturo Ripstein se hará más adelante. El que sí sucederá es el homenaje planeado a Michel Franco. Esto sucederá durante la inauguración del festival y el director participará de manera remota pues está fuera del país. Michel está rompiéndola en todos los lugares del mundo, aquí es necesario que le hagamos un reconocimiento. Es un cineasta importante para nosotros, siempre nos ha respaldado y ha estado cerquita de nosotros.

¿Cómo sintetizarías lo que el FICJM le ha aportado o dejado al entorno festivalero en el país? Es más, vayamos más allá: ¿qué crees que hace que el público espere el festival año con año?

Me voy a robar algo que dijo nuestro presidente: que somos un festival muy “audaz”. No nos da miedo tocar temáticas que puedan provocar incomodidad dentro de la comunidad. ¿A qué voy? Dentro de la comunidad sigue siendo un tema que tengamos películas que aborden historias sobre diversidad sexual o identidades o preferencias. Luego pasa que hay quien dice “sí, que ya venga el festival pero no me traigas la película gay“. Eso es algo que no podemos hacer, esas son historias que se tienen que contar. Lo que queremos es poner esos temas en la mesa.

No nos da miedo hablar de divorcio en el judaísmo, del conflicto en Oriente Medio, de la temática de Holocausto… todos esos son, por un lado, temas delicados en la comunidad pero también temas que interesan mucho (a) entre nuestra gente y (b) al público en general, porque todo público —judío o no— asiste a nuestras salas y ve las películas del festival porque apelan a cosas que emocionalmente son universales y nos competen a todos. Buscamos películas que despierten curiosidad fuera de la comunidad, el hecho de que la temática sea “lo judío” causa cierto… morbo, que se convierte en asombro y emociones interesantes cuando el público asiste al cine a ver estas películas. A eso súmale algo más: que nos esforzamos por traer cine que, si no es por nosotros, no llegaría a cines mexicanos. Y no sabes, con esas películas siempre nos va súper bien. Exhibimos cine independiente que tiene mucho valor.


¿DÓNDE Y CUÁNDO? TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE EL 19° FICJM

En un comunicado, el Festival Internacional de Cine Judío en México informó que su programación estará distribuida en tres semanas, del 27 de enero al 16 de febrero.

De este modo, el FICJM llegará a la Ciudad de México “del 27 de enero al 2 de febrero, las sedes serán Cineteca Nacional, Cinépolis Plaza Carso y Cinépolis Magno Centro Interlomas; mientras que en provincia, en Cinépolis Plaza Morelia.”

“Durante la segunda semana, que va del 3 al 9 de febrero, la Selección Oficial estará en Cinépolis Perisur, Cinépolis Diana, Cinépolis Paseo Interlomas y Cinépolis Plaza Satélite, en CDMX. En las ciudades de Mérida y Guadalajara, el FICJM tendrá presencia en Cinépolis Mérida Altabrisa y en Cinépolis Centro Magno”, detalla el comunicado.

Finalmente, durante la tercera semana del FICJM, “del 10 al 16 de febrero, las sedes en CDMX serán Cinépolis Interlomas, Cinépolis Universidad y Cinépolis Arcos Bosques VIP. En las ciudades de Cancún y Querétaro, la cita será en Cinépolis Plaza las Américas y en Cinépolis Esfera, respectivamente. En la ciudad de Monterrey, la sede será la Cineteca (CONARTE) de la ciudad.”

Pero el FICJM no termina aquí. Posteriormente, el festival tendrá un circuito de Cine Club y Muestra Universitaria que dará inicio en abril y concluirá en diciembre de 2022. Los detalles al respecto se revelarán pronto.

En el caso de Cinépolis, habrá disponible un cinebono para disfrutar la programación del festival con un costo de $159 pesos. Esto incluye cuatro boletos tradicionales o dos boletos para VIP. El cinebono puede adquirirse en taquillas de Cinépolis.


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Entrevista por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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