★ ★ ★ ★
Por Arturo Garibay

Finalmente ví The Vast of Night y me ha quedado claro el furor provocado por esta pequeña pieza de ciencia ficción de bajo presupuesto que irradia todas las bondades del género. El relato dirigido por Andrew Patterson intriga, atrapa y entretiene, apostando más por el estilo que por el efectismo.

Con guiños y reverencias que la emparentan en tono y forma con la Dimensión Desconocida, el cine de Serie B y la ciencia ficción seminal, The Vast of Night cuenta la historia de una operadora telefónica y un locutor de radio que vivirán una noche desconcertante cuando descubran un extraño sonido que se ha infiltrado en las señales de transmisión de una radiodifusora y la centralita de telefonía en un pequeño pueblo de Nuevo México. ¿Complot militar? ¿El conato de una nueva guerra? ¿Falla técnica? ¿O algo fuera de este mundo?

Con una puesta en cámara coreográfica, de diseño consistente y ejercida con pulso firme, The Vast of Night recurre al trabajo de cámara, de luz y de ritmo para empujar su narrativa. Desconcertante en su primer acto, pues no queda muy claro el rumbo del relato, pronto comienzan a zurcirse los hilos formales y argumentales. Allende toda la ciencia ficción que va, con parsimonia inicial, llenando la película, hay además mucha magia ejercida por el crew de la cinta, que con pocos escenarios, muchos planos abiertos y su buena dosis de inventiva firman una historia completa, subsanando cualquier fisura y validando su propio cuerpo dramático.

The Vast of Night nos ofrece, como espectadores, una propuesta de capas múltiples… una especia de ‘multidimensionalidad‘. Al verla, te queda la sensación de que somos espectadores de una película pero, también, espectadores de algo parecido a un programa de televisión (“The Paradox Theatre”), donde vemos todo desde nuestra pantalla y, a la vez, desde la pantalla de alguien más. (Si ya la viste… ¿te quedaste también con la misma sensación?)

Si algo le faltase a esta cinta, eso quizás sea el giro de tuerca. El armado y el rumbo del relato es transparente. Lo que para otras películas se vuelve un defecto, aquí es un aliciente: la historia se las apaña para conducirnos con deleite rumbo a la recompensa que creemos posible que debemos obtener al final. Y al llegar el momento, sonreímos con satisfacción. Nos hemos dado cuenta de que caímos en las redes de un realizador que nos ha devuelto algo de ingenuidad y algo de nuestro maltrecho deseo de asombro.

Nominada este año al Spirit Award al Mejor Primer Guion y ganadora en Slamdance del Premio del Público, The Vast of Night puede, si lo deseas, hacerte preguntas sobre conspiraciones, contextos sociales, miedos, secretos institucionales y la diminuta talla del género humano frente a la vastedad de la noche.

The Vast of Night bien podría consolidarse como una de las mejores cintas de ciencia ficción de 2020. Con todo, tengo que decir algo más: a pesar de que me gustó bastante, sí me dejó una sensación de exclusión respecto al gran público. Me quedé con el sabor de que se trata de una película que será abrazada con pasión, con entusiasmo audiovisual, más por los fanáticos de la ciencia ficción que por cualquier otro espectador ajeno a las filias que la atañen a uno . Sin embargo, esto no es algo que me corresponda sentenciar a mí, sino a quien le de “play” a esta película y decida recorrer su oscuridad en pos de una respuesta: ¿hay algo flotando esta noche sobre nosotros?

Disfruta ya The Vast of Night en Amazon Prime Video.