★ ★ ½ | Por Arturo Garibay

Los Nuevos Mutantes es la pieza más reciente del extinto universo X de Marvel/Fox, un corpus fílmico que a lo largo de veinte años nos obsequió algunos títulos sólidos e importantísimos para el género de superhéroes, como X-Men (2000), X2 (2003), X-Men: Days of Future Past (2014), Deadpool (2016) o Logan (2017). El virtual cierre de este legado llega con una nota de nivel medio tras el estreno de Dark Phoenix en 2019 y Los Nuevos Mutantes, que se encuentran en cartelera mientras escribo.


Los Nuevos Mutantes es dirigida por Josh Boone. Cuenta la historia de cinco adolescentes que son acogidos en unas extrañas instalaciones secretas donde, aparentemente, se le brinda apoyo a jóvenes que acaban de manifestar sus poderes mutantes, con el fin de que no se conviertan en un riesgo para ellos mismos y el mundo que les rodea. Pronto descubriremos que ese lugar oculta un secreto “siniestro”.

Me gustaría empezar por el gran acierto de la película: el elenco. Es fantástico. Cada uno de los cinco jóvenes actores que dan vida a Dani Moonstar (Blu Hunt), Rhane Sinclair (Maisie Williams), Illyana Rasputin (Anya Taylor-Joy), Sam Guthrie (Charlie Heaton) y Roberto da Costa (Henry Zaga) son certeros aciertos de casting. Usaré como referencia uno de los ejemplos mejor logrados: el de Anya Taylor-Joy como Illyana, que es prácticamente una versión encarnada del personaje de las historietas: Magik. Y lo mismo aplica para cada uno de los chicos, ya sea que pensemos en Maisie como la joven que conocemos en los cómics con el nombre clave de Wolfsbane o Heaton como Cannonball, etcétera.

El ensamble ejecuta su trabajo con bastante decencia y mucha convicción. Ciertamente, el material que se les ha dado para trabajar no es de lo más rico, pero eso no es razón para que ellos no entreguen un buen resultado. Incluso podría decir que, a pesar de ser una película irregular, al final si me he quedado con las ganas de ver más de estos personajes siendo interpretados por este grupo de actores en concreto. Algo que, seguramente, no sucederá.


Los Nuevos Mutantes es una película de superhéroes y fantasía que está zurcida con un hilo muy particular: el del cine de terror. Es imposible ver The New Mutants y no pensar en una película totémica de horror como Pesadilla en la calle del Infierno III, aquella que en inglés se conoció como Dream Warriors. Lo mismo si piensas en cualquier otra cinta de terror que ocurra en algún hospital psiquiátrico de esos que ocultan un misterio sobrenatural o inexplicable tras sus paredes.

El problema en Los Nuevos Mutantes no es la osadía de empatar el cine de superhéroes con el de terror. Me gusta esa posibilidad. El asunto es que aquí la mezcla no termina de cuajar. La cinta de Boone se ofrece con la textura del horror, pero que no da miedo. Ni un poco. Y la palabra miedo juega un papel crucial dentro de la trama. ¿No debería confrontarnos un poco en ese sentido?

Me queda claro que hubiera sido muy interesante que el tono y la forma de Los Nuevos Mutantes apelaran más a las cualidades y atmósferas de una película de horror psicológico, algo más envolvente. Sin embargo, opta por decantarse por ser una experiencia efectista, cosa que se acentúa en el último arco de la película. Lo malo es que no resulta muy alentador para el espectador estar frente a una película efectista (particularmente en la parte plástica) que maneja un nivel de efectos visuales bastante mediano —incluso si reconozco que ese tipo de filmes pueden ser entretenidísimos y divertidos.

La otra vertiente que por un instante parecería querer abordar la película de manera no muy decidida es la de las historias juveniles de encierro o castigo escolar, de la misma estirpe de El club de los cinco, pero sin la clave de comedia: con una musculatura más dramática que parece que podría conducirnos por la ruta del cine de maduración. Pero esta alquimia tampoco se concreta.

Los caminos tonales de la película se quedan a medio recorrer. Es una pena, porque estos trayectos mediados arrancan con una trayectoria prometedora en la primera mitad de la película. Es más, me voy a ir hasta los primeros 60 minutos. Yo sí llegué a pensar que la experiencia iba a ser mucho mejor de lo que sugerían las primeras críticas, que han sido malas. Si soy honesto, yo no diría que es mala, sino una película promedio. El problema es que no esperábamos una cosa convencional, sino algo más disruptivo dentro del planteamiento generalizado del cine de superhéroes.


El guion tiene su cuota de plot holes. Creo que los que más resentí son los concernientes a los poderes de Illyana y su potencial en el contexto de la película. Hay cosas que no cobran mucho sentido, sin un sustento lógico dentro de la fantasía del filme. No entraré en detalles, porque la idea es que esta sea una crítica spoiler free. Pero sí creo que la escritura, estructura y coherencia del relato se ve en entredicho en un par de momentos. Al menos sí nos entregan algunos guiños bonitos a la mitología mutante de Marvel, y eso se agradece.

Los Nuevos Mutantes es menos de lo que potencialmente pudo ser. Es una película palomera. A diferencia de otros títulos X, este largometraje no es un relato dotado. No presume ninguna clase de superpoder cinematográfico. Es otra peli resultona, entretenida en un rango convencional, como muchas que pueden llegar e irse de la cartelera de cine. Tras la reapertura de salas en este año 2020 tan impactado por la pandemia, todavía seguimos esperando el primer gran estreno de tipo blockbuster para la gran pantalla.