«Dividen al país», «son chairos» o son «fifis», «nacos», “whitexicans”; en fin, infinidad de palabras peyorativas hemos escuchado, incluso recibido, todo esto es parte de una nueva especie de guerra fría ideológica que pareciera ser un «nuevo orden» en donde todos somos culpables de todo pero nunca sin una responsabilidad afectiva; o por lo menos eso es lo que intenta representar el director Michel Franco en su nuevo filme: Nuevo Orden.
En el ya finalizado Festival de Cine de Venecia el director mexicano logro llevarse el León de Plata del Gran Premio del Jurado, cuya presidenta fue la australiana Cate Blanchett.
Nuevo Orden, la cual aún no tiene fecha de estreno en suelo mexicano, narra las pericias que vive una familia de clase acomodada mientras el país se encuentra en un desencuentro social; una historia muy a tono con el complicado presente que vive la sociedad en todo el mundo tras el golpe profundo que ha significado la crisis por el COVID-19.
El debut de Franco en Venecia, que viene precedido de soñados éxitos con los jurados juveniles de los festivales de Cannes y Toronto, llegó este año de forma bastante inusitada al certamen italiano; con un proyecto con el cual si bien muchos no tenemos idea de qué impacto o sesgo cultural tendrá en la sociedad nacional y mundial, sí ha dejado muestras de ser una película bastante controversial.
Basta con recoger las primeras impresiones de la critica norteamericana, como la revista Variety, en la pluma del periodista Peter Debruge, señalándola como una película reaccionaria, que representa la protesta como un medio destructivo y que enmarca el levantamiento desde la perspectiva del 1%.
El sexto largometraje de Michel Franco es de un cine duro, un cine que va a dar de que hablar y que hará que México vuelva a entrar en una parafernalia de división de clases; fuera de ello, es importante señalar que son contados los proyectos de mexicanos que logran triunfar en escenarios tan importantes como en Venecia, donde el filme con escenas impactantes y brutales se llevo elogios.
«Empecé este filme hace cinco años y no tenia idea de que esa distopía que imaginaba estaba tan cerca la realidad, las manifestaciones en Chile, Colombia, Hong Kong, el movimiento Black Lives Matter…..No quiero ser pesimista. Este filme lo hice para que las cosas cambien, hay que tener confianza en el futuro», señaló eufórico el cineasta Michel Franco desde el Palacio del cine.
La primera Mostra en tiempos del COVID-19 resultó ser bastante positiva, llenándonos de entusiasmo por el cine que ya viene y, sobre todo, con la controversia que solo un mexicano podía llevar a la pantalla grande. Se ha prendido la mecha de un filme que promete no solo en México, sino en toda América Latina, llenarnos de polémica y controversia sobre el Nuevo Orden.
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