Mano de obra es el largometraje debut de David Zonana, quien ha logrado firmar una pieza contundente y emocionalmente arrolladora. De la indignación al azoro, Zonana nos mete en un relato que nos hace reflexionar sobre la verticalidad que las estructuras sociales le han impuesto a las relaciones humanas, la injusticia y la frustración.

Mano de obra cuenta la historia de Francisco, un trabajador de la construcción cuyo hermano muere en un accidente de trabajo. Indignado por la falta de una indemnización para su cuñada embarazada y las mentiras impostadas en torno al deceso, Francisco comienza a clamar por lo que es justo.

De cara al estreno de Mano de obra en salas de cine nacionales, en TOPCINEMA charlamos con Luis Alberti, protagonista de la película quien ya ha ganado varios premios actorales por este papel, incluyendo el Ariel al Mejor Actor. Ciertamente, el trabajo de Alberti nos da la mejor actuación masculina del cine mexicano en el último año: actor y director articulan una interpretación naturalista, genuina y transparente.

La película te llevó a ser premiado en Morelia y con el Ariel, además de que ha tenido una corrida de festivales muy interesante. ¿Cómo fue el recorrido de la película hasta hoy, que al fin ha llegado a salas comerciales de México?

El recorrido ha sido muy favorable, ha tenido muy buenas críticas, muy buen recibimiento tanto en las proyecciones nacionales como en los distintos países por los que ha viajado. Ha ganado premios de mejor película, mejor director… Aquí en México, que es el país que más nos interesa, también a rendido frutos brillantes. Ahora está en las salas y de verdad nos emociona saber cómo va a recibirla el público. Nosotros confiamos en que tendrá buen recibimiento, es una película muy honesta e interesante.

¿Cómo fue el trabajo con David Zonana para aterrizar el personaje en el contexto realista que define la película? ¿Te pidió trabajar de cierta forma o cómo abordaron al personaje?

Primero te diría que David Zonana escribió un guion diseñado a conciencia, con claridad respecto a cada detalle, pensando desde el inicio que iba a trabajar con “no actores”. Cuando empezamos a trabajar juntos, la apuesta simplemente fue la de no trabajar como actor sino privilegiar el contenido de la película, los temas, afrontándolos como persona, como ser humano. De ahí viene todo lo que se refleja en pantalla. Lo que le interesaba a David era que tanto mis compañeros como yo fuésemos nosotros mismos, para que todo fuera fluido y las escenas funcionaran. […] David y yo nos reunimos algunas veces para revisar escenas, para ir jugando al personaje, para conocernos; el análisis del texto es algo que hice yo como parte de mi trabajo, pero someramente: creo que lo más importante era acercarnos a la interpretación de una manera orgánica, al momento.

¿Cómo crees que influyó el trabajo de cámara en el resultado final de Mano de Obra? ¿Cómo fue la relación que se construyó entre la cámara y el elenco?

Lo que tiene es que es un reflejo bastante fiel y honesto de la sociedad mexicana. Y eso que la película retrata algo que ciertamente no es privativo de México, es muy universal. Cuando me pongo a pensar en el trabajo de cámara, lo que hizo Carolina Costa con la fotografía, solo puedo decir que es brillante. La película apuesta por planos más abiertos y cámaras más fijas como parte del proceso, para lograr que no sintiéramos que estábamos frente a una cámara. Construyeron una narrativa desde ahí y eso hace que la película tenga una mirada bastante objetiva. La forma de relacionarnos con la cámara era ignorarla. Zonana no nos quería conscientes de ella, quería que pudiéramos fluir en la escena libremente.

¿Llega a ser complicado como actor viajar entre los estilos de dirección de los distintos realizadores?

En realidad uno debe estar conciente de que cada director tiene su estilo, su manera de aproximarse a la ficción. A mí me gusta explorar y entrarle al juego de distintas maneras. Eso me hace descubrir nuevas herramientas y nuevas formas de hacer mi trabajo. En un set de cine, lo que más me gusta es cuando un director tiene claridad sobre lo que necesitamos ver y lograr en cada plano, en cada escena y en cada secuencia. ¿Qué necesitamos ver del personaje, qué tiene que ocurrir en la acción para que el drama avance? Es muy bonito cuando hay una estructura firme sobre la que podemos jugar y ver lo que pasa. Me gusta ponerme en riesgo, aventarme el clavado y ver qué es lo que pasa. Me gusta contruir cada momento de la mano de un director.


Mano de obra es una película de David Zonana, distribuida por Piano. Encuéntrala ya en cines mexicanos.

Únete a la conversación usando #ManoDeObra.