«Cuando nacemos ya traemos la muerte escondida en el hígado o en el estómago o acá, en el corazón, que algún día va a pararse. También puede estar fuera sentada en algún árbol que todavía no crece pero que te va a caer encima cuando seas viejo».
—Roberto Gavaldón, director de Macario
Dicen nuestros abuelos, quienes resultan ser los más sabios, que lo único que tenemos seguro es nuestro encuentro con la huesuda. Macario, relato original de B. Traven e inspirado en los cuentos de los hermanos Grimm, le hace un homenaje solemne en las letras y en el celuloide.
Roberto Gavaldón, un prócer del cine mexicano, realizó un esfuerzo impresionante para poder llevar las andanzas del texto de Traven a la pantalla grande con su filme Macario. El personaje principal es un leñador, encarnado por Ignacio López Tarso, que se dedica a juntar la leña para los más ricos y vive rodeado de pobreza junto con su esposa (Pina Pellicer) y sus cinco hijos.
Para nuestro leñador, su máxima fantasía es comer un guajolote entero. Para muchos sonaría irrisorio pero para el que tiene hambre, es más que un sueño.
La víspera del Día de Muertos es la fecha ideal para que Macario y su familia puedan vender toda la leña aglomerada. La venta resulta ser buena, incluso alcanza para comprar todo para la ofrenda, pero para Macario no es suficiente.
“¿No tienes hambre?” “¿Hambre? ¿Hambre? Si no he tenido otra cosa en toda mi vida”, se escucha en la película. La mujer del protagonista no duda en cumplir el capricho de su marido a la primera oportunidad, pero la entereza de Macario será puesta a prueba cuando tenga que recibir a tres entes (Dios, El Diablo y La Muerte), quienes solo buscan que les comparta un bocado de su festín.
Macario de Roberto Gavaldón no solo fue la primera película nacional considerada para competir por un premio de la Academia, fue además la última en dar su potencia a la acaecida época del cine mexicano. En contraste, no logró levantar ningún premio nacional por la crisis que se vivía en nuestro cine en aquellos días.
La fotografía de Gabriel Figueroa es uno de los puntos más poderosos de la cinta, no solo se llevó importantes reconocimientos dentro de las marquesinas mexicanas, dio el campanazo en el Festival de Cannes al llevarse el premio a Mejor Fotografía debido a su impresionante cuadro de las grutas de Cacahuamilpa.
Macario es una de las mejores películas del cine nacional. Conquistó a la critica en todo el mundo y de paso le dio carrera al también ya inmortal Ignacio López Tarso, además de darnos la luz de la fugaz Pina Pellicer.
Macario, la historia del leñador que se hizo amigo de la muerte, es un ejemplo más de la belleza que nos da el cine mexicano en estos días en los que el recuerdo de nuestros seres queridos que ya partieron está más vivo que nunca.
Este próximo 2 de noviembre, Macario estará disponible en línea gracias a un esfuerzo de la Cineteca Nacional y la Filmoteca de la UNAM con el apoyo de Fundación Televisa, por lo que no puedes dejar pasar la oportunidad de vivir una de las experiencias más increíbles que ofrece el cine mexicano.
Disfrútala en streaming en la página oficial de la Filmoteca.