★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Si alguna vez te habías preguntado quién ganaría en un mano a mano histriónico entre Bob Esponja y Keanu Reeves, ya tienes la respuesta: Keanu Reeves por un pelo. Bob Esponja al rescate es la nueva aventura cinematográfica del amado personaje animado, quien ahora se emplaza en una misión de rescate acompañado de su inseparable Patricio… y la sabiduría de Keanu.


La vida de Bob Esponja en Fondo de Bikini es todo lo que nuestro protagonista podría soñar. Sin embargo, la tragedia pronto llamará a la puerta de Bob: en un arrebato de maldad, Plankton secuestrará a Gary y se lo entregará al vanidoso Rey Neptuno. Es así que Bob se lanzará en un viaje por carretera a la urbe submarina de Atlantic City, donde no todo lo que brilla es oro. Junto a Bob estará su incondicional amigo Patricio, además de un iluminado Keanu Reeves, interpretando a “Sabio”.

Huelga decir que todo, absolutamente todo, se vuelve automáticamente mejor cuando Keanu está involucrado. El actor tiene un carisma a prueba de balas, la pantalla lo adora e, incluso en las películas medianas, el suele trascender como lo más memorable. Bob Esponja al rescate no es la excepción.

La convencional historia de este largometraje —que se siente como un episodio de TV alargado un tanto a fuerzas— gana un impulso tremendo por el detallazo de tener a Keanu haciendo un cameo con sabor a papel secundario: es gracias a él que Bob Esponja consigue encontrar la fuerza para afrontar el reto de salvar a su amando Gary. El Sabio de Keanu es una suerte de licuado entre Yoda, Pepe Grillo y el señor Miyagi en modo iluminado.

Para mayo deleite, la estrella de Matrix y John Wick no es el único en entregar una participación especial a este filme. Snoop Dogg y Danny Trejo hacen lo propio en una excéntrica escena onírica.


Si bien la trama es resultona aunque entretenida, hay algo que sí resulta descollante en Bob Esponja al rescate: su trabajo animado. Las texturas, formas y colores son fenomenales. Nos recuerdan mucho a lo logrado en el largometraje previo de Bob Esponja hace cinco años, en la que Antonio Banderas hacía de un pirata villano. La nueva cinta, de hecho, tiene un par de chistes de piratas.

En ese sentido, Bob Esponja al rescate está llena de fan service. La mitología del fallecido Stephen Hillenburg, creador de este universo submarino, es reverenciada con justicia y mucho, mucho afecto. Se nota. Esa es quizás una de las cosas más valiosas que tiene la película, que abraza el legado de Hillenburg como padre de Bob Esponja. La experiencia tiene, en ese sentido, un espíritu casi recopilatorio. Y vaya que se disfruta.

Al final, Bob Esponja al rescate es una experiencia de contrastes. Si buen su trama no es nada del otro mundo, si tiene la suficiente dosis de sorpresas como para mantenerlo a uno atento a la pantalla. Además, es una cinta muy familiar, a los niños seguro que les divertirá un montón.


Únete a la conversación usando #BobEsponjaAlRescate. Un estreno de Paramount Pictures, ya disponible en Netflix.