“Este no es un documental anti-israelí ni pro-palestino. En todo caso, es una película pro-paz y anti-ocupación“. Así lo sentencia Nejemye Tenenbaum, director de Una palabra: Ocupación (One Word: Occupation). Esta pieza audiovisual contruida en torno a una entrevista con el activista social Gershon Baskin nos ofrece una reflexión sobre un conflicto de casi 55 años y sus efectos.

Ante el estreno de Una palabra: Ocupación en la televisión mexicano y su lanzamiento inmediato en Vimeo on Demand, en TOPCINEMA buscamos a Tenenbaum para conversar sobre este nuevo esfuerzo audiovisual que pone a la comunidad israelí en el epicentro, ahora con uno de sus temas más punzantes: el conflicto entre israelies y palestinos, la abrumadora realidad de los oprimidos, el apego que despierta el sentido de pertenencia, la identidad y más. Porque puede que Ocupación sea un documental corto, pero guarda un sentido tan reflexivo como sintético.

El año pasado hablábamos sobre El Tercer Espacio y hoy nos reúne un nuevo documental, una pieza que me pareció pertinente, en la que escuchamos una voz interesante y donde observamos un conflicto de décadas con una triste familiaridad. ¿Qué te llevó a buscar esta entrevista Gershon Baskin y darle esta presentación casi de mediometraje?

De entrada es un tema personal porque soy judío. La relación de Israel con sus vecinos siempre ha sido algo muy presente desde que soy niño. Estudié en una escuela hebrea, escuchábamos música en hebreo, estudiábamos la Biblia y teníamos contacto estrecho con el país. Luego viví en Israel.

Lo que he visto con el paso de los años es que la sociedad fue virando hacia la derecha, la izquierda dejó de tener fuerza, comenzó a convertirse en un país más tribalista y nativista, de ahí la idea del judío fuerte al que le pertenece toda la tierra.

Al día de hoy Israel es un país fuerte pero que tiene a un pueblo ocupado, que es el pueblo palestino. Para mí es importante darle visibilidad a ese tema. Por esto, hay quien puede considerarte un traidor. Yo soy un judío sionista que ama a Israel, pero ama a un Israel incluyente, ético.

Por otro lado, Gershon Baskin es un activista social que lleva uniendo a judíos y árabes por muhcos años y que piensa de una manera muy similar a mí. Baskin vino a México a dar unas pláticas, aproveché para entrevistarlo y ahí tienes la tremenda y exquisita charla que nos dio.

¿Cuál fue la clave en el proceso de realización para pasar de una entrevista filmada a un producto que se ve, se siente y comunica como un documental.

El proceso fue extremadamente árduo. Normalmente lo que haríamos sería levantar las entrevistas junto con material audiovisual de los personajes. Pero como Baskin vive en Israel y no teníamos dinero para ir a filmarlo por un mes, lo único que había era la entrevista que hicimos en México. ¿Cómo iba a hacer para convertir esa charla en un documental?

Pues me tomó un par de años lograr un corto de media hora. Tuve que hacer listas de materiales de archivo, comprar time lapses, material aéreo, estuve como cuatro meses buscando material en el archivo de AP, en donde hay material muy bueno de los sesentas, setentas y ochentas. Luego están las fotos animadas que salen en el documental, que fue una idea que se me ocurrió porque teníamos pocos recursos, así que buscamos a un colectivo de fotógrafos israelíes, palestinos y europeos que documental la ocupación para darle movimiento a las fotos. De ahí sacamos fotos difíciles, fotos que no se han visto mucho.

En cierta parte del documental se escuchan las palabras: “nos hemos vuelto expertos en la ocupación”. Voy a derivar de ahí un par de cosas porque al menos yo me he quedado con ese sabor luego de ver la pieza audiovisual. Diré que la Ocupación es un concepto normalizado y la Ocupación es un fenómeno que se ha ido invisibilizando para quien no la vive día con día. ¿Es correcto pensarla así?

Desde el lado del ocupante, del lado del israelí, parece que las cosas están bien. Si tu vives en la costa, en Tel Aviv, Haifa, Netanya… parece que las cosas están bien. Es un país con paz, libre, económica funcional. Pero diez millas hacia el este encontramos Cisjordania. Siento que Israel está viviendo cómodamente ciego y entumido una situación que por supuesto que le afecta. Solo ponte en la posición de los soldados israelíes: imagínate a un joven de 18 años al cual lo pueden matar, que puede generar daño a otros niños o jóvenes palestinos, que están en un lugar donde no sabes de dónde va a caer la piedra. Estos soldados están ahí “polizontando”, por decirlo de algún modo, porque son polizontes. Ambos pueblos están sufriendo las consecuencias, incluso si el ocupado sufre más que el ocupante. El tema se ha invisibilizado para quienes están lejos, pero la ocupación está ahí dominando ambos pueblos.

One Word: Occupation hace dos cosas: una, es una recapitulación, un ejercicio de memoria, una suerte de llamado a no olvidar, me parece; pero por otro lado hay una reflexión que podría usarse como un detonante para dialogar y sensibilizar.

En términos históricos, lo que quería era presentar un documental que sirviera igual para conocedores que para no conocedores. Sentí que era importante hablar de las causas de la ocupación, dar contexto. En cuanto al diálogo, es un tema ondular: dialogan y se caen las conversaciones, han estado cerca de lograr un acuerdo, como pasó con Rabin y Arafat. Hoy hay un paro de diálogo porque Israel está gobernado por la derecha y la Autoridad Palestina está muy cansada de que no le hagan caso.

Creo que lo dijiste muy bien, Israel se está volviendo un maestro en la ocupación. Me preocupa que esté a punto de convertirse muy pronto en un país “apartheid” como era Sudáfrica, con poblaciones de tercera, de segunda y de primera. Eso es algo que no puede llegar a buen puerto.

Hoy más que nunca, el cine y las narrativas audiovisuales prueban su valor cuando se trata de retratar heridas abiertas. Desde esta perspectiva, ¿dónde crees que has emplazado el discurso de tu entrevista con Baskin?

Yo reiteraría que este es un documental a favor de la paz. Creo que ambos pueblos tienen derecho a la tierra. El pueblo de Israel lleva anhelando regresar a la tierra prometida desde hace 2,000 años. Regresar a Jerusalén no ha sido un capricho ni una ocurrencia. Por su lado, el pueblo palestino también tiene un derecho a la tierra, estuvieron ahí muchas décadas. Esta pieza documental es anti-ocupación porque la ocupación es dañina para ambos pueblos.

————-

Una palabra: Ocupación se estrena por Canal 22 el día 22 de marzo a las 22:00 horas. A partir del día siguiente podrás rentarlo en Vimeo on Demand por $25.00 MXN.

Únete a la conversación usando #OneWordOccupation o #UnaPalabraOcupación.


http://instagram.com/arturogaribay