★ ★ ★ ½ | Por Arturo Garibay

Algo que me ha parecido interesante de las películas de la serie fílmica The Purge es su capacidad para mantenernos al borde de la butaca, con los nervios al límite, mientras nos invita a reflexionar sobre temas muy puntuales de la realidad contemporánea. Llámala “sátira política o social”, llámala “thriller fársico”, llámala “terror reconocible”. Lo cierto es que la saga de James DeMonaco, iniciada con La noche de la expiación (The Purge, 2013), es más que una entretención de medianoche. Y LA PURGA POR SIEMPRE nos lo recuerda.

Adela (Ana de la Reguera) y Juan (Tenoch Huerta) son una pareja de inmigrantes mexicanos que están por experimentar su primera “purga”. Ambos se han preparado y atrincherado con otros connacionales para sobrevivir a las 12 horas anuales donde todo crimen está permitido, incluido el asesinato. Sin embargo, lo que está por venir estremecerá a todo el país: un grupo sedicioso ha decidido que “la purga” debe ser eterna.

Pensada como el capítulo final de la saga, LA PURGA POR SIEMPRE sí tiene un espíritu conclusivo. El relato se erige hasta un punto sin retorno aparente, el desplome total de un imperio consumido por la ambición de los poderosos, el egoismo, la intolerancia y las “pequeñas” fisuras en el sistema, que han terminado por desgastar todo el tejido social hasta que solo quedan jirones.

Ciertamente, tanto DeMonaco como Blum han estado pensando que quizás todavía no es tiempo de mandar la franquicia a dormir. Pero les digo que si así fuese, si mañana no hubiese más pelis de LA PURGA, este sería un final más que digno.

Desde la primera cinta, ha sido posible encontrar en esta franquicia audiovisual temas como la violencia sistematizada, el racismo endémico, los crímenes de odio, la desigualdad social, la injusticia, la lucha de clases, la ausencia de estado de derecho o la fractura expuesta de toda civilidad. Las películas de LA PURGA —algunas mejores que otras— no son solo piezas entretenidísimas y emocionantes. Por más burdas o resultonas que parezcan, en realidad son buenos instrumentos para reflexionar sobre realidades imperativas y aspectos de nuestras sociedades que están al borde de la descomposición.


LISTOS PARA SOBREVIVIR

De la Reguera y Huerta son los dos mexicanos al frente del cartel de esta producción estadounidense. El trabajo realizado por ambos es por demás encomiable. Ambos prueban su capacidad para magnetizar las miradas, para erigirse como las fuerzas gravitatorias alredador de las cuales gira la película. Sus interpretaciones encajan totalmente con la idiosincracia de una película de franquicia, mostrándonos una vez más como su rango interpretativo da para hacer cine de todo tipo.

Por otro lado, cabe mencionar que LA PURGA POR SIEMPRE es dirigida por Everardo Gout, quien hace una década firmó la efectiva película mexicana Días de gracia (2011), donde también actuaba Tenoch. Con bastante soltura, Gout nos va abriendo camino con su cámara a través de la debacle definitiva. El filme fluye como el agua. Es pertubador y pavoroso cuando debe de serlo; es excesivo y chabacano cuando la situación lo demanda. En él coexisten la sátira y la farsa, pero también el comentario casi editorial: la película sirve para abrir conversación.

Para amarrar su puesta en cámara de la mejor manera, Gout vuelve a acompañarse del cinefotógrafo Luis David Sansans. El madrileño afincado en México tiene un pulso muy interesante y me gusta la relación que suele crear entre cámara y personajes. Además, de pronto le echa mucho estilo a la ejecución técnica, lo cual también se agradece.

SOBREVIVIRÁS A LA PURGA

En términos de ritmo, look and feel y mecánica de género, LA PURGA POR SIEMPRE es un ejercicio sólido. Y sus escenarios hipotéticos son intrigantes. La película puede lanzar ataques aguerridos contra la ignorancia y la intolerancia, y al momento siguiente formular alguna pregunta discreta sobre cómo es que esos Estados Unidos de ficción llegaron a tal grado de paroxismo. Quisiera hablar a fondo de muchas cosas: con las que coincido, con las que no tanto y con las que siento que se quedan a medias dentro del discurso, pero estoy intentando con todas mis fuerzas de que esta sea una crítica sin spoilers. Así que hasta aquí dejaremos este comentario… por ahora.

Orgullo del catálogo del sello Blumhouse, la saga de LA PURGA se ha probado ante el público y ha manifestado cualidades dignas de un producto de culto. Desde la administración Obama (cuando salió la primera película), pasando por la gestión de Trump, James DeMonaco ha logrado articular un puñado de películas (y una serie) tan divertidas como desconcertantes.

En serio, esta quinta película podría ser un gran final para la saga. De continuarla, más valga a los realizadores tener algo rotundo qué añadir.


LA PURGA POR SIEMPRE es un estreno de Universal Pictures, ya en cines.

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