Una profesora con una enfermedad fatal y una estudiante rebelde chocan. Su encontronazo dará a pie que ambas tejan un lazo impensable e inesperado que será crucial para que ambas transiten por sus azarosos caminos. ¿Pueden las dos, distintas como son, convertirse en faros que se iluminen mutuamente? Ese es el sabor, el sentimiento y las preguntas que nos deja CLASES DE HISTORIA, la película mexicana dirigida por Marcelino Islas Hernández.
CLASES DE HISTORIA ya logró proyectarse en festivales de México, Japón, Estados Unidos y Francia, además de que obtuvo una nominación al Ariel para Verónica Langer como Mejor Actriz. El momento ha llegado de que el filme se proyecte en los cines y busque las miradas del gran público.
Por esa razón y en el umbral del estreno de este largometraje fue que buscamos al director y a la dupla protagónica del filme —Verónica Langer y Renata Vaca—. Disfruta de nuestra conversación, gracias a la cual pudimos adentrarnos más en el proceso de realización de la cinta.
Marcelino, escribiste y dirigiste CLASES DE HISTORIA. Así que quisiera que empecemos precisamente hablando sobre el proceso de crear el guion, el texto, ¿de dónde viene la idea de contar esta historia aparentemente tan mínima, pero que tiene una resonancia emocional tan potente?
MARCELINO ISLAS HERNÁNDEZ: La película surge de querer hacer una película de luz. CLASES DE HISTORIA ss mi tercera película. Mis primeros trabajos me gustan, pero los siento muy oscuros y difíciles. Aun así, quería que el punto de partida fuera el mismo: un personaje que vive una contención brutal.
Miss Vero, interpretada por Verónica Langer, es una maestra de historia que tiene un cáncer detectado tardíamente, por lo que prefiere dejarse secar. Poco a poco, con la ayuda de Eva, con quien tiene un mal comienzo, va empezando a vivir, dejándose llevar al destino final pero ahora disfrutando y siendo quien ella quiere ser. El guion se lo escribí a Vero [Langer] con la idea de crear un arco dramático con un personaje que inicia secándose y termina en un destino distinto.
Una parte crucial del filme son las interpretaciones. Renata, cuéntanos sobre tu trabajo con Marcelino y cómo fue la relación triangular entre él como director, y tú y Verónica como actrices. ¿Cómo trabajaron para crear una relación que se sintiera palpable y auténtica?
RENATA VACA: Creo que hicimos un buen triángulo. Encontramos —sin buscar— la fórmula para que todo caminara de la mejor manera. Marcelino es un director increíble que tiene muy claro lo que quiere. Tuvimos la fortuna de que sumamos dos años de experiencias antes de llegar al set. En este tiempo se le ocurrieron ejercicios increíbles y vivirlos fue fantástico. Espero que la vida me regale más momentos y más directores como él.
Marcelino, ¿podrías platicarnos un poco de estos ejercicios y del estilo de trabajo con tus actrices?
MIH: Para mí un director debe ser esta persona que organiza lo que el universo pone a su disposición para poder conseguir un objetivo, por lo que las estrategias son muy importantes. Con Renata, su personaje es muy distinto a ella, así que realicé estrategias para que tuviera un vistazo de lo que era su personaje. Tuvimos un ejercicio, por ejemplo, con Fernando Álvarez Rebeil, que interpreta a su novio, donde los dos se conocieron en personaje (ya que no se conocían en persona). Además, visitamos la casa de Eva y las calles donde ella había crecido. Esto ayudó a crear un tono y una cercanía con el personaje de ficción.
Es en este momento de la conversación en el que tenemos que hacer una pausa inesperada porque, ¡sorpresa! Verónica Langer ha llegado para sumarse a nuestra charla. La actriz se muestra claramente entusiasmada por poder charlar de la película, ya que marca su reencuentro con el director, con quien filmó el potente drama LA CARIDAD en 2016.
Verónica, ¿para ti qué es importante que se entreteja en la relación director-actriz, para que exista una sinergia creativa sólida?
VERÓNICA LANGER: La relación con el director es fundamental. En el cine el director es el que tiene todo el conjunto en la cabeza, uno como actor es parte de ese universo que está dentro de su mente. Si se tiene una relación cómoda con él, hablas de la historia, del personaje, te da una libertad creativa, te hace sentir bien. Y entonces es un ganar-ganar para ambos. En el caso de Marcelino, yo creo que él y yo tenemos una relación armoniosa. Yo trato de entender lo que él quiere y él me respeta como actriz, así que la relación fluye.
¿Cómo fue para ustedes encontrar el “control de volumen” para estar en el punto correcto en términos interpretativos? Porque me parece que está muy bien modulado ese aspecto de la película.
VL: Siento que ese es el gran tema. Digamos que después de los primeros días, de que conoces el personaje, platicas por horasy estudias tu guion, llega el momento del encuentro con el otro. Ahí, en ese encuentro, es donde siento que se da el tono. Y en la sinceridad. El ojo del director es importante, esa sutileza que modula la actuación para que no nos vayamos para otro lado.
Marcelino, platícanos sobre la puesta en cámara. ¿Qué fue importante, qué te preocupaba en ese proceso de filmar y tener un resultado visual para la película?
Fue un trabajo interesante. El fotógrafo Hans Bruch hizo un trabajo muy bien hecho, yo estoy muy contento con lo que propuso. En la puesta en cámara, para mí es importante que todos los elementos estén de parte del personaje, que la cámara siempre fuera siguiendo lo que Vero iba viviendo. Comenzamos con una cámara fija, que refleja la monotonía del personaje. Luego entra Eva y es un choque, la cámara se cambia “a mano”. Cuando las dos llegan a tener esa cohesión, cuando se conjuntan, la cámara empieza a flotar: Vero empieza a ser ella misma y la cámara flota.
¿Por qué creen que CLASES DE HISTORIA resuena como lo hace con el público?
RV: Yo pienso que todo parte de que tenemos un buen guion. La historia nació con una imagen bien clara: la imagen de Vero. Es una historia que desde el nacimiento es algo muy honesto y real y que eventualmente todas las personas que nos fuimos uniendo estamos con ese mismo amor y entrega. Es una película que te recuerda las ganas de vivir, de probar y hacer; y la importancia y ligereza de la vida, así como su pesadez.
VL: Siento que es una historia muy universal. Una persona que no le queda mucho de vida encuentra un motivo para vivir en otra persona. Partiendo de esa premisa, si se establece una relación verdadera, si hay verdad en la manera de contarla, entonces toca las emociones. Ese temor que todos tenemos a la muerte, la historia te deja ver cómo pasarlo con alegría y vitalidad.
CLASES DE HISTORIA es un estreno de Alfhaville Cinema. En cines desde el 9 de septiembre.
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