En el marco de la 24ª edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) se celebró la premier mundial de LOS DÍAS FRANCOS, el largometraje dirigido y escrito por Ulises Pérez Mancilla. La pieza hace las veces, además, de película inaugural del GIFF en su tercera parada: Irapuato.
Seleccionada dentro de la competencia oficial, LOS DÍAS FRANCOS cuenta la historia de Amanda Suárez (interpretada con convicción por Stephanie Salas), una actriz cuyas glorias de juventud quedaron atrás. Con un niño y muchas deudas a cuestas, Amanda se aferra a su sueño de estrellato.
En TOPCINEMA entrevistamos al director y guionista del filme sobre esta cinta con características de película de ensamble y con genética de melodrama.
LOS DÍAS FRANCOS tienen un sabor a película de actores. ¿Qué fue importante para ti al momento de consolidar un elenco que pudiera brindarte las vigas de apoyo interpretativas que el filme parecía exigir?
Me encanta la pregunta porque, efectivamente, concebí este proyecto como una película de ensamble. Como espectador, me encantan las películas de actores. Fue un trabajo de diseño. De entrada, fue increíble poder invitar a todos estos actores, para mí todos son extraordinarios y los admiro tanto. Muchos han sido protagonistas en cine y aquí algunos aceptaron incluso hacer solamente una escena y ya.
Con todo el elenco hice el mismo trabajo que con Stephanie [Salas]. Lo que queríamos era construir un sistema en el que cada personaje se convirtiera en un obstáculo que le impidiera a Amanda realizarse. El reto era que esos personajes no estaban en realidad haciendo nada para perjudicar al personaje principal. Ellos simplemente vivías sus vidas, hacían sus trabajos, pero así, en lo cotidiano, eran un contrapeso para Amanda.
En fin, fue muy rico trabajar con estos actores. Muchos son miembros de la Compañía Nacional de Teatro, como la señora Martha Aura, Mariana Gajá o Leonardo Alonso. Fue genial tener estas participaciones que para mi son un ensamble.
Otra cosa que noto en la película es que LOS DÍAS FRANCOS voltea su mirada y sus intenciones hacia el melodrama, que es un género muy vilipendiado. Cuéntame sobre tu relación con el melodrama y cómo esto permea en la película.
A mí me encantan los melodramas. Crecí viendo melodramas, viendo telenovelas, las películas de la Época de Oro en la tele. Siento que esos melodramas tienen algo muy cultural, hablan de nuestra identidad. Y sí, ciertamente coincido contigo: es un género muy maltratado. Uno de mis principales objetivos fue plantearme hacer un melodrama clásico, apegarme a los lineamientos del género. Pero mi manera de aportar algo nuevo es, dentro de mi película, mover los roles de género, mover los intereses de los personajes. Quería darle la vuelta a la idea del personaje masculino de melodrama mexicano que estaba escrito de manera machista o misógina. O la mujer sumisa, sacrificada y víctima.
Algo que se me hace interesante es que durante el proceso tuve muy presente LA VIDA NO VALE NADA de Pedro Infante. Él tiene un conflicto existencial, él siempre se está yendo, abandonando todo, rehuyendo a la estabilidad y al amor. Me gustó eso porque pensaba “es como mi película”, solo que aquí la persona que no se encuentra y no se “halla” es Amanda.
Esa búsqueda del melodrama ocurre desde el guion o es algo que buscas al momento de filmar y concretar el tono.
Es algo que estaba desde el guion, desde la forma en que estaban escritos los diálogos o trazados los personajes. Desde la escritura siempre supe que quería hacer un melodrama. Después vino la parte de reforzarlo, de hacer el trabajo de imagen con mi fotógrafa Mariel Baqueiro o con el equipo de diseño de producción. Sin que la película fuera de época, queríamos encontrar la forma en que pareciera que nuestro largometraje tenía “un alma vieja”.
¿Qué representan los espacios como los festivales de cine para cineastas emergentes… como tú?
Son muy importantes. Justo películas como la mía, con presupuestos pequeños o propuestas distintas, necesitan de estos espacios para ser vistos. Lo voy a poner en palabras de mi personaje, seguro ubicas la escena de la que te hablo: Amanda dice “pues si el festival la selecciona, se verá”. Creo que los festivales son la ventana para que nuestras películas se vean.
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Una entrevista realizada por Arturo Garibay para TOPCINEMA | Enviado Especial