★ ★ ½ | Por Arturo Garibay

El terror escandinavo tiene lo suyo. Hay algo fascinante y magnético en sus relatos, en su puesta en cámara, en la circunspección de sus personajes… y cómo esa serenidad se rompe conforme el miedo aumenta. Los espacios flemáticos del horror nórdico casi siempre contrastan con la vileza del mal que acecha. Todo esto sintetiza bien lo que CUANDO EL DEMONIO LLAMA promete en su arranque. Pero… ¿termina por cumplir con las pesadillas que nos ha prometido?

Shirin (Dilan Gwyn) está enamorada de Fredrik (Linus Wahlgren), un viudo que tiene un pequeño hijo llamado Lukas (Eddie Eriksson Domínguez). Los tres van a mudarse a una nueva casa para iniciar una vida juntos. El futuro no podría ser más prometedor, ¿cierto? Como dicta el canon —¿o el cliché?—, no bien cruzan el umbral de su flamante hogar, el pequeño Lukas comienza a tener sus primeras experiencias sobrenaturales. Esto incluye, claro está, a un niño que nadie más ve y que quiere ser su amigo.

Y bueno… no es lo mismo hacer una película canónica que una cliché y estereotipada. En el arranque, la impresión que da el filme es que los directores y guionistas Tord Danielsson y Oskar Mellander están por apropiarse del género de las casas embrujadas para contarnos una historia escalofriante a su modo. Pero esto solo sucede de manera intermitente. La película se siente por momentos fresca… y por momentos dibujada con stencil.

El problema es que los lugares comunes se imponen a las trazas de originalidad que los realizadores intentan encontrar. Si bien es cierto que CUANDO EL DEMONIO LLAMA tiene algunos sustos muy bien colocados y que incluso su diseño sonoro es bastante encomiable (cosa clave en una película de género con aspiraciones honestas), a la película no le alcanza para desgarrarnos de terror. Lo siento, supongo que como el terror sueco nos ha hecho pasar ratos tan inquietantes en el pasado, cuesta trabajo bajar el nivel de exigencia.

Ahora, tengo que reconocer el trabajo del elenco. El pequeño Eddie Eriksson Domínguez nos da justo lo que esperamos de un infante de esos que en algún punto de la película dicen: «hay otro niño viviendo en mi cuarto». Lo mismo va para Dilan Gwyn que es una protagonista competente y Linus Wahlgren que pasa de lo adorable a lo odioso con soltura. ¿Que hay cierto acartonamiento histriónico? Sí, pero me parece que el relato estaba reclamando algo así.

En fin, pues ahí queda la recomendación: CUANDO EL DEMONIO LLAMA tiene sus claroscuros. No es la nueva joya del horror escandinavo que estábamos esperando, pero tampoco es un desperdicio total. Me parece que es una pieza que puede ser interesante para (a) los incondicionales del género que no dejan pasar ninguna película de terror o (b) los no iniciados en el terror o con tolerancia baja al desasosiego, como para ver algo light y entretenido.


CUANDO EL DEMONIO LLAMA es un estreno de Madness/+Que Cine. En cartelera desde el 21 de octubre de 2021.

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Una crítica de Arturo Garibay para TOPCINEMA.
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