★ ★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Habrá sido la comezón del encierro, del martirio, de las privaciones… o quizás fueron las visiones, impensables para una mujer de sus preferencias. Habrá sido Dios o el chamuco. Lo cierto es que Benedetta Carlini puso en jaque a la Iglesia Católica del siglo XVII. Más que “la película de las monjas lesbianas” (como es calificada reiterativamente), BENEDETTA de Paul Verhoeven (Bajos Instintos, Elle) es una pieza incómoda y confrontativa, pero también accesible y dinámica. Es, vaya, paradójica. ¿El cineasta holandés es un provocador bravucón o es un auteur con discurso e intención? En la ambivalencia radica lo interesante de este controvertido filme.

Virginie Efira hace el papel de Benedetta. En el filme la conocemos primero en su infancia, como una niña que está cien por ciento segura de que la Virgen siempre responde sus plegarias. Sus padres deciden que la pequeña sea entregada la Iglesia, para que consagre su vida al servicio de Dios. Con el paso de los años, Benedetta se convertirá en el polémico centro de atracción, sobre todo cuando asegure que los estigmas de Cristo han aparecido en su cuerpo e inicie una compleja relación con una novicia.

Como ya lo he comentado, Benedetta Carlini hizo ver su suerte a la Iglesia con sus visiones y pasiones. Ya han pasado más de 400 años. La cinta de Verhoeven no es una biopic de recetario, sino una pieza de ficción donde cabe más que solo lo anecdótico. BENEDETTA es un relato efervescente, una película que oscila entre el melodrama de época y la farsa. El tono del relato está lleno de desplantes, de momentos coléricos, eróticos y atroces. La ecualización del filme se dispara y contiene sin avisos previos.

Como resultado, Verhoeven logra algo que me parece valioso: plantarle una tremenda bofetada audiovisual al público. Justo ahora que nos hemos convertido en espectadores pasivos, frívolos e insensibles, BENEDETTA viene a sacudirnos e incomodarnos con su efervescencia, su impertinencia y su cólera discursiva. Más allá de si es una buena película, me parece encomiable que tengamos en cartelera un filme que puede hacer al público sentirse retado, azuzado, que lo haga reír con nerviosismo o desviar discretamente la mirada.

BENEDETTA es una estocada contra la zombificación derivada del superávit de contenido audiovisual, del adormecimiento de los públicos. El streaming, los reels de Instagram, los videítos de TikTok y los videos de gatitos del YouTube nos han vuelto espectadores entumecidos, sumisos. Verhoeven te pide que lo critiques, que reacciones ante su película con fascinación o con disgusto, con repulsión o atracción. Cada espectador es diferente. Pero una cosa es cierta: es imposible no reaccionar frente a esta película.

BENEDETTA es un filme que no deja espectadores indiferentes. Gira en torno a la fe, el poder, la mentira, la hipocresía, el erotismo, los caminos de la divinidad, las fragilidades y fortalezas del cuerpo. Es una película bien interesante y bien fuerte también. BENEDETTA es un desfibrilador audiovisual, ya sea que la encuentres chocante o maravillosa.


BENEDETTA es un estreno de Tulip Pictures. Ya en cines.


Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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