★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Una nueva comedia romántica nupcial ha llegado. A las arras, anillos y arroces se le añade el ingrediente de la música pop; la novia es Jennifer López y la popularidad masiva es la moneda de cambio. Los famosos también aman. ¿Qué puede salir mal? Desde la óptica del gran público y de los fans irredentos, muy poco. CÁSATE CONMIGO es una rom-com organizada para los espectadores. Todo ocurre según lo planeado. JLo brilla con el fulgor de las superestrellas del pop, intenta volver a ser Jenny from the block en aras del amor. Pero lo más importante es que CÁSATE CONMIGO te entretiene, te distrae y, de pronto, hasta te hace reír.

Una súper estrella de la música hípercomercial está por casarse con su media naranja. Kat (López) es una figura cosagrada dentro de su industria y está enamorada de Bastian (Maluma), el ídolo del momento. Juntos darán un concierto que se transmitirá en línea, donde cantarán su más reciente éxito, “Marry Me”, y además se casarán ante la atónita mirada de los fans. Sin embargo, las cosas no salen según lo planeado: Kat descubre una infidelidad de Bastian, así que en el momento de la verdad decide casarse con un hombre del público elegido casi al azar: Charlie (Owen Wilson).


¿Inverosímil, absurda y boba? Sí, CÁSATE CONMIGO es todo eso. Pero hay en ella algunos elementos que la hacen disparase fuera de su órbita: JLo tiene un star power tremendo, Sarah Silverman es divertidísima en cada escena, Owen Wilson es convincente hasta con los diálogos y situaciones más disparatados. En contraste encontramos a Maluma —mal actor, muy poco convincente con sus diálogos y miradas, que solo logra atrapar un poco de reflector cuando canta— y al anquilosado cancionero de la película, repleto de lugares comunes tanto en lo lírico como en lo sonoro.

Y bueno, creo que es inevitable que ahonde en eso: las canciones de la peli son de una factura chocante, un pop tan de recetario que —ciertamente— funciona perfecto para esta fantasía/chaqueta que te lleva a un universo donde tu estrella favorita se enamora de ti, se casa contigo y te hace feliz pa’ siempre. A pesar de ello tenemos canciones a las que les falta garra musical; resultonas y nada más.

En fin, que CÁSATE CONMIGO es la clase de cosa que normalmente habría encontrado irritante, pero que —tengo que reconocer— es un crowdpleaser eficiente. Imagino a la gente salir contenta, satisfecha, intoxicada por tanta dulzura y por la ilusión del amor al estilo Hollywood. Y bueno, de cuando en cuando no está tan mal ponerse flojito y entrar en un disparate como éste.


CÁSATE CONMIGO ya está en cines. Un estreno de Universal Pictures.

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Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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