Hace ya dos años que el mundo entero se puso en pausa. Una de las muchas industrias que sufrió los embates de la pandemia fue la exhibición de cine. Las salas cerraron, los proyectores se apagaron y los parroquianos se refugiaron en el streaming. Sin embargo, desde el año pasado, las palomitas comenzaron a hacer pop nuevamente y los espectadores empezó a regresar a los cines. Gracias a títulos como SPIDER-MAN: SIN CAMINO A CASA, UNCHARTED: FUERA DEL MAPA o BATMAN, el gran público ha retomado el hermoso y emocionante ritual de ir al cine.
En el contexto pandémico, los dueños de las salas de cine tuvieron que tomar decisiones difíciles y reaccionar ante lo imprevisible. Hoy, tras las reaperturas, también llega el momento de tomar nuevas acciones: Elevar la calidad de la experiencia fílmica es crucial para que el público siga regresando a las salas. Más que nunca, se ha vuelto sustantivo que los espectadores vivan en el cine una experiencia que, en definitiva, no puedan obtener en ningún otro espacio, incluyendo sus hogares.
Justo en este punto de inflexión aparece Cinionic, una compañía de tecnología y servicios para salas de cine. Muchos espectadores en todo el planeta disfrutan de experiencias inigualables cuando van al cine gracias al trabajo de este sello. Ocurre que Cinionic ha decidido ir más allá de lo tecnológico para ayudar a los dueños de las salas de cine a lograr el asombro de sus visitantes.
Impulsores de un vasto portafolio láser para elevar las proyecciones a un nivel espectacular, Cinionic sabe que la industria de la exhibición vive un momento importante. Ante ello y de cara al inminente CinemaCon —a celebrarse del 25 al 28 de abril de 2022 en el Caesars Palace de Las Vegas—, en TOPCINEMA charlamos con Wim Buyens, CEO de Cinionic, sobre el estado actual de la industria y la aportación que la tecnología láser puede hacer en momentos donde la experiencia fílmica debe ser encumbrada. Esto fue lo que nos contó:
Últimamente he estado pensando mucho en qué es lo que hace que el público regrese a los cines. Quiero decir, más allá del contenido. Así que mi primera pregunta sería: ¿qué tan importante debería ser para la industria de la exhibición tener presente lo que prefieren los clientes? Y, además, ¿cómo haces para darte cuenta de lo que los espectadores van a querer más adelante?
Ciertamente, el contenido juega un papel muy importante. Pero también creo que hay que considerar que para que una persona regrese a un cine, tiene que sentir que tuvo una experiencia positiva. Aunque la percepción de qué es una experiencia positiva puede variar según cada individuo, generalmente lo que la gente espera —como mínimo— es vivir una experiencia que sea distinta a la que vive [cuando ve una película] en casa. Quiero decir, esta es la pantalla grande, así que lo visual y lo sonoro serán mucho más inmersivos que en casa. Pero eso es solo el principio.
Al final, se trata de todo un viaje: comprar los boletos, llegar al cine, emocionarte… porque es una experiencia social, más allá de la experiencia familiar que puedes tener en tu hogar. Además, no existen las interrupciones naturales que hay en casa. Y el cine es algo más completo: buen contenido, buena comida, asientos confortables… De modo que cuando regresas a casa, esperas tener la sensación de que todo salió de maravilla.
La gente tiene que decir «wow, esta fue una experiencia distinta», deben quedarse con ese sentimiento de asombro. Y bueno, hay que considerar que hay personas para las cuales la experiencia ciertamente debe ser diferente, esperan que la experiencia se premium, o especial con sillas que se mueven, o con efectos visuales; para otros el factor «wow» es el tamaño de la pantalla. Así que no todos los públicos son iguales, como, por ejemplo, quienes buscan la experiencia premium y pagan más. Pero al final, todo se resume a decir «no pude haber visto esto así en casa», a celebrar haber visto ese contenido todos juntos, no solo con amigos o con la familia, sino con un público más grande. Y creo que eso es lo que el cine defiende. Eso no ha cambiado, son los fundamentos y hoy más que nunca estamos regresando a lo básico.
A la mayoría de nosotros —cuando pensamos en las salas de cine y en la innovación tecnológica— lo primero que se nos viene a la mente es la pantalla, la proyección, el sonido… pero la innovación es algo que va más allá, ¿cierto? ¿Cómo se pude diseñar una experiencia memorable para el público de principio a fin?
Hay un par de cosas que son universales y que espera el público al ir al cine: una tiene que ver con la eficiencia. La gente quiere ser atendida rápido, sin filas de espera, poder comprar sus boletos y caramelos fácil. Así que entre más eficiente y conveniente sea tu visita, mejor. Y así es en todo el mundo.
La otra parte tiene que ver con lo que llamamos showmanship. Cuando entras al cine tienes que tener de inmediato la sensación de «hey, esto es en verdad especial». Debe haber elementos que me digan: «voy a tener una velada única», «voy a ver el contenido de una manera especial»… Todo eso proviene del showmaship. Y eso abarca entrar al complejo, caminar por el cine, encontrar tu asiento, sentirte cómodo. De la eficiencia/conveniencia al showmanship, es importante que pienses en ella si eres el dueño de una sala de cine, aunado a la experiencia de imagen y sonido que debes entregar.
Creo que la experiencia digital —que hoy en día se ha vuelto más importante y se siente más acentuada tras el covid-19, pues durante la pandemia todo lo hacíamos digital— también es importante. El público compra sus entradas en el móvil y llega al cine con los boletos en su pantalla. O compran sus refrescos o refrigerios por adelantado y pueden recogerlos al llegar al cine. Todo eso es parte de la experiencia y de la conveniencia, y aunque no lo parezca, eso aporta para que la gente se vaya del cine pensando «esto estuvo genial». Los dueños de las salas de cine han entendido muy bien que de verdad tienen que enfocarse en esos elementos, no solo en lo que sucede delante de las pantallas.
Estamos en México así que me gustaría preguntarse sobre la percepción que Cinionic tiene de los mercados mexicano y latinoamericano.
Mira, Arturo, tú vives en México así que sabes muy bien que ustedes están muy consentidos [risas]. Tienen dos exhibidores enormes, que tienen miles de pantallas en el país: Cinépolis y Cinemex, y además están los exhibidores independientes. Así que yo diría que México, en la arena global, es un gran espacio de cine. Tienen una gran concentración de pantallas, pero también tienen dos compañías que forman parte de la lista de las diez mejores cadenas de cines en el mundo. Si te fijas en la huella global de Cinépolis y Cinemex, ambos son están en la cumbre de los exhibidores globales y eso no es poca cosa.
Específicamente en México, se han creado ideas o proyectos de exhibición que hoy vemos aplicados en todo el mundo. Además de que también exhiben sus contenidos por todo el planeta. Y son marcas que tienen actividades más variadas [que solo la exhibición tradicional]. Por ejemplo, Cinépolis ha irrumpido con su servicio de streaming, con sus servicios de publicidad, ha incorporado muchos más elementos en su espacio. Y creo que eso es poderoso.
Si me adentro más en América Latina, por supuesto que Brasil es otro de los mercados grandes, con muchos cines; otra cosa que se puede notar es que en cada país latinoamericano hay alguna compañía importante, como pasa en Colombia, en Chile o en Perú.
El mercado latinoamericano tiene todavía mucha oportunidad de crecimiento. Si pienso más allá de México, si ves la cantidad de gente y la cantidad de pantallas que tienen, hay oportunidad. También pienso en otros aspectos como lo distintos que son los precios, las regulaciones de los gobiernos locales que también influyen en lo que es posible y lo que no. Pero sí puedo decirte que es un mercado mucho más importante de lo que era hace 20 años.
Podemos pensar en un futuro prometedor…
Me pongo a pensar, por ejemplo, en las principales cademas mexicanas, que siguen buscando espacios para abrir nuevas ubicaciones fuera de los principales centros urbanos, creando conceptos más accesibles, con precios de boletos más módicos para que más gente pueda ir al cine. En ese sentido, sí hay más posibilidades de crecimiento que en otros mercados del mundo.
Otra cosa importante es que todo mundo es digital ahora. Y eso incluye a América Latina. Todas las pantallas del mundo son digitales. Todos están tratando de atraer a sus consumidores a la experiencia digital. Algunos han escalado ya a las tecnologías como el láser, otros están pensando al respecto; se preguntan si apostar o no por el sonido inmersivo. Pero, en general, ya es una experiencia de altura por lo digital, por la forma en que proyectamos las películas en las pantallas y cómo el sonido se propaga por las bocinas.
¿Qué mercados has notado que tienen una mayor inclinación a la innovación, a la renovación o a la reinvención?
No hay una respuesta obvia o, por lo menos, la respuesta tiene muchas formas de abordarse. Déjame ponerte un ejemplo. Un mercado que está creciendo rápido es el de Oriente Medio. Pienso específicamente en el Reino de Arabia Saudí. Es un mercado impulsado por las experiencias premium cuando se trata de ir al cine. Y tienen políticas de precio altas. Los precios de $20, $30 o $40 dólares (USD) por boleto son muy normales en ese territorio. Por supuesto, los dueños de los cines gastan más dinero en la presentación visual de sus complejos, en la tecnología… En contraste, otros mercados representan más reto. Pienso en la India, como ejemplo. O también en México, donde ya hemos platicado que el precio del boleto es más barato, así que los dueños de los cines tienen que ser más cuidadosos respecto al concepto de sus salas. Lo curioso aquí es que ustedes normalmente tienen una tasa de ocupación más alta que el promedio de los países en sus salas de cine. Así que más gente va al cine en México y en la India. Así que hay que analizar todas las aristas.
Al final, no creo que haya un territorio que tenga mayor tendencia a la innovación. He visto salas de cine impactantes e innovadoras en India, en Oriente Medio, en México… Los exhibidores de verdad están luchando por crear experiencias especiales. Algunas pueden ser compañías grandes; y otras, pequeñas; pero todos están prestando atención al showmanship del negocio. La innovación está en todos lados, pero principalmente se da en las empresas que tienen esta pasión cinemática por elevar la experiencia de ir al cine para el público. Ellos son los más abiertos a la innovación y a las nuevas ideas.
Hace un par de semanas, SPIDER-MAN: SIN CAMINO A CASA se convirtió en la película más exitosa en la historia de la taquilla mexicana. No solo de la pandemia, de todos los tiempos. Sin embargo, es imposible dejar de pensar en lo que la industria de la exhibición vivió en 2020 y 2021. Fue la peor clase de película de terror. ¿Qué aprendió Cinionic sobre el negocio, sobre los clientes, sobre sus socios y aliados tras la experiencia pandémica?
Es una buena pregunta. Hay mucho de reflexión introspectiva en la respuesta. Toda la industria ha sufrido tras la pandemia. Fue una temporada difícil incluso para compañías como la nuestra que nos dedicamos a llevar tecnología y soluciones a las salas de cine y a los exhibidores.
Cuando una industria está en problemas, creo que lo primero que todos tenemos que hacer es mantenernos unidos. Ya no puede ser una situación de «unos contra otros» o «tú contra tus competidores», porque la industria entera está siendo sacudida desde sus cimientos. Esto afectó al mundo entero.
Lo que hemos hecho es apelar a las alianzas, la confianza de la industria; encontrar la forma de no luchar contra nuestros competidores sino ver cómo podemos ayudar a la industria en conjunto para superar el mal trago. Esto se convirtió en nuestra prioridad. [Era un escenario donde] ya no se trataba de «cuánto dinero voy facturar mañana», sino de «cómo vamos a salir adelante como industria».
Como compañía, estuvimos encontrando soluciones, viendo cómo podíamos incorporar tecnología que pudiese ser más accesible, implementamos una estructura en la cual se pudiese pagar por la tecnología conforme la vas usando y no por adelantado, pensamos en cómo podíamos dar acceso a programas de capacitación. Nuestra forma de pensar fue «¿cómo podemos ayudar?»
La otra cosa fue que el momento nos impulsó a todos a pensar en el contenido, porque la crisis llevó a los estudios a experimentar con el streaming. Así que hubo un punto de inflexión donde muchos pensaron: «el streaming se va a comer nuestra merienda, nuestro negocio de ir al cine».
Lo cierto es que lo que hemos visto es que el streaming definitivamente permitió que los estudios exploraran y experimentaran, pero también dejó claro que los cines ocupan un lugar. Recién mencionaste a Spider-Man y muy seguramente este mismo año estaremos hablando sobre AVATAR 2 en los mismos términos. Las películas tipo blockbuster realmente necesitan del cine para desarrollarse plenamente en lo económico, necesitan ser vistas masivamente y las salas impulsan eso. En contraste, las plataformas de streaming tienen otro tipo de prioridades e incluso puede que busquen otros tipos de contenidos.
Coinicido contigo respecto al acto de ir al cine. Para mí, es insustituible. Podemos ver contenidos por otros medios pero… ir al cine es mágico cada vez.
Claro. Y tras navegar este escenario y el campo de batalla entre el cine y el streaming, hemos aprendido que la exhibición cinematográfica sigue ahí y está ahí para quedarse. Tener ventanas de exclusividad para los cines, incluso si fuesen de diecisiete, treinta, cuarenta y cinco días o más—hemos aprendido que algunas de esas ventanas pueden ser suficientes para ciertos títulos— nos pone en una mejor posición hoy. Pero también tenemos que pensar en tener otra oferta, por ejemplo, live streamings como con los eventos deportivos.
Pensamos entonces en qué clase de tecnología podemos tener que nos permita llevar de nuevo a los clientes a las salas de cine. En definitiva, creo que es una época para trabajar juntos, para crear sociedades, pensar como una industria, trabajar con todos nuestros clientes del mundo respecto a cómo superar esto y sabiendo que cada uno de ellos es ligeramente diferente.
Creo que fue un periodo loco y difícil, pero al mismo tiempo aprendimos que contábamos los unos con los otros, así como lo que es posible lograr si permanecemos unidos. Y es cierto que el covid-19 impactó muchas cosas, pero también aceleró la transición digital y las posibilidades de lo que podemos hacer con ello, hasta con aliados inesperados, a partir de este punto. Así que en cierto modo hemos podido empezar a pensar nuestra industria de manera distinta, pero también podemos reconocernos como una industria resiliente. Y creo que eso es importante.
El año pasado en CinemaCon, en Cinionic se enfocaron en promover la tecnología láser. ¿Qué podemos esperar para este CinemaCon 2022? ¿Nuevamente se enfocarán en el láser y mostrar sus bondades?
La respuesta es sí. Hoy en día, como compañía hemos abrazado el láser y, además, el láser está en una posición estelar dentro de este negocio en cuanto a proyección o visualización en salas de cine. Y no lo digo porque Cinionic impulse esa tecnología, sino porque de verdad permite al exhibidor dar una mejor presentación, más brillo, colores más saturados. Pero, además, permite hacer todo eso a un costo significativamente más razonable cuando piensas, por ejemplo, en el coste de la energía eléctrica. Estoy hablando de una reducción de 50% a 70% respecto a los proyectores de lámpara. Por supuesto, queremos asegurarnos de acompañar a nuestros clientes en esta transición, no se trata de cruzar de una tecnología a otra en un día, debe ser gradual: algunos tendrán que instalar equipo, actualizar programas.
Otra cosa es que hemos ampliado nuestro portafolio. Hemos decidido seguir trayendo nuevos productos y tecnología al mercado, incluso durante el covid-19, porque cuando desarrollas o construyes tecnología como nosotros, con antelación, detenerte puede tener un impacto en nuestros planes a futuro. Tenemos una visión a largo plazo, todavía queremos ayudar a nuestros clientes a mejorar su exhibición dentro de diez o veinte años, hacer que la gente experimente contenido fantástico en lo sonoro y lo visual.
Para lograrlo, ahora tenemos una variedad más amplia de proyectores que la que tuvimos el año pasado en CinemaCon. Pero al final todo tiene el mismo objetivo: primero, ¿cómo podemos llevar más gente a las salas? Y eso pasaría porque la experiencia es más asombrosa, ¿cierto? Y eso significa que puedes garantizar que el público volverá porque tú, como exhibidor, porque nosotros nos aseguraríamos de tener tu tecnología a tope, con lo mejor y lo más nuevo que puedas tener. Y, segundo, estaríamos llevando el costo operativo de tu sala de cine a un punto inferior. Esas son las cosas que no hay que perder de vista.
Por último, hablemos de lo premium. Seamos honestos, un concepto premium es importante. En Cinionic tenemos la Cinionic Giant Screen (CGS), que es nuestra solución gigante para experiencias premium. Tenemos en este momento más de 20 instalaciones en todo el mundo y creo que tenemos firmada la instalación de al menos otras 20 en los próximos 12 meses. Cosas como esta son importantes para nosotros. Pero lo más relevante es poder charlar cara a cara con nuestros clientes y poder mostrarles cómo nos vamos a asegurar de que sus cines hagan dinero ahora que la reapertura es una realidad y que hay una cartera de estrenos grandiosa, para que puedan sacarle el mayor jugo posible a eso.
Vamos a hacer algo especial con el estreno de la nueva AVATAR, tenemos tecnología high frame rate, high dynamic range, tenemos fantásticas soluciones 3D. Eso es algo que estará en el top of mind. Mucha gente pensará en que AVATAR llegará hasta el último cuarto de este año, pero estar listos para eso desde ahora es importante. Hay muchas cosas por hacer, por eso es que nos importa relacionarnos frente a frente con nuestros clientes, contarles de dónde venimos y de qué estaremos con ellos en el futuro, y cómo podemos hacer juntos el viaje, cómo podemos hacer la transición desde el lugar en el que están ahora.
Hay quien la está pasando mal con sus finanzas, algunos tienen modelos de negocios distintos y quieren tener acceso a la tecnología anticipadamente; otros quieren expandirse y comprar cines; otros quieren incorporar experiencias premium; otros son dueños de cines pequeños y quieren soluciones con buena relación costo-beneficio… Cada uno de ellos tiene sus propias ideas y queremos tener un punto de entrada con ellos. Pero sí, el eje sigue siendo el láser. Creo que la gente podría quedarse atrás si no hacen un plan sobre cómo hacer la transición a la tecnología láser, porque todo apunta hacia allá.
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Texto por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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