★ ★ | Por Harvey Grace

Imagina que SIN ESCAPE es un post en redes sociales al que le pones un «corazoncito» pero, al mismo tiempo, le tiras «hate» en los comentarios. Algo así será esta crítica. Will Wernick dirige una pieza de horror sangriento que discursivamente muestra mucha claridad de intenciones pero que, en contraste, tiene constantes caídas en términos de guion y desarrollo de personajes.

Cole (Keegan Allen) es un exitoso influencer con más de 10 millones de seguidores en internet. Pero lo que tiene de popular también lo tiene de insufrible, vanal y fastidioso. Para celebrar el éxito de su canal, Cole viaja con cuatro de sus mejores amigos a Moscú, donde vivirán una experiencia extrema e intensa en un «cuarto de escape». Por supuesto, todo será transmitido en vivo para el regocijo de sus seguidores. Pero lo que inicia como una experiencia divertida pronto se convierte en una aventura peligrosa y sangrienta, un sádico y enfermizo juego de supervivencia.

Siguiendo la tradición de películas como SAW o las recientes ESCAPE ROOM, en SIN ESCAPE encontramos una pieza con características que los fans del género reconocerán y que, incluso, podrán apreciar: la tortura, la sangre, las vísceras, los conteos contrarreloj, el permanente peligro de muerte… en fin. La fórmula se cumple y, me queda claro, gracias a eso hay un público cautivo para esta película.

Empero, creo que el mejor atributo de SIN ESCAPE es que la película le pega una merecida embestida a la cultura de los influencers. En esta pieza, Wernick coloca la celebridad digital como su objeto de tortura y humillación. Las hipérboles de los influencers, que a muchos nos martirizan, son aquí martirizadas.

Lamentablemente, el mayor logro de SIN ESCAPE se ve eclispado por sus horrendos, insoportables y estupidos personajes: todos son unos perfectos imbéciles. Los que no son unos llorones son unos engreídos pagados de sí mismos; y, bueno, al no construirse una empatía incontestable entre público y personajes, no hay estremecimiento por las consecuencias. Lo más que se logra es un espectáculo morboso y deshumanizado. Es más, lo que uno quiere es que esos personajes sean «cancelados» tan pronto como sea posible.

Cole, que es el epicentro de la trama, no muestra ninguna transformación verosímil. De principio a fin, incluso cuando llega el predecible «giro de tuerca», es motorizado por su propio ego, por su megalomanía de influencer y la lujuria de autoestima que le genera el saberse visto por millones a través de su celular.

En toco caso, lo que sí debo de decir es que Keegan Allen (protagonista del filme e influencer con más de siete millones de seguidores en Instagram) ha sido un gran acierto de casting. Allende las diferencias entre Keegan y Cole, el actor logra un retrato convincente, creíble y bien articulado, incluso si me parece que su personaje tiene un diseño pobre desde el guion. Así que todo lo logrado por Keegan durante el relato es por mérito propio.

En fin, ni buena ni mala, entretenimiento olvidable, sádico; en todo caso y como ya lo he dicho, puede que sea de cierto interés para los incondicionales del terror violento.


SIN ESCAPE es un estreno de Dark Side Distribution.

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Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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