★ ★ ★ ½ | Por Arturo Garibay
Recuerdo que, mientras la serie DOWNTON ABBEY estuvo al aire, yo solía referirme a ella como “mi telenovela”. El goce que me daba sintonizar, o descargar, o “streamear” —según fue evolucionando la forma en que podíamos verla— lo he experimentado pocas veces con un melodrama. Lo admito: soy fan de “Downton”, de sus personajes, de su hechura, de sus fantasías. Así que, claro, esperaba con emoción DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA… y ha cumplido con creces mis expectativas.
Eros, tánatos y el cine conforman la inesperada trinidad que da fortaleza a los cimientos del segundo largometraje derivado del universo creado por Julian Fellowes. La pieza, además, es uno de los relatos más terminantes del enorme arco dramático de los Crawley y su servidumbre. UNA NUEVA ERA tiene un carácter transformativo. Lo que vivirán varios de los personajes durante el filme los afectará para siempre.
La Condesa Viuda de Grantham (mejor conocida como mi Tía Violet e interpretada magistalmente por Maggie Smith) le comparte a su familia que ha recibido como herencia una villa en el sur de Francia. El “obsequio” ha llegado de parte de un hombre desconocido para todos, excepto para la abuela. Paralelamente, los Crawley reciben una propuesta inesperada: un director de cine quiere filmar una película en Downton.
Es así que una parte de la familia realizará un peregrinaje para conocer la propiedad francesa y desentrañar el misterio, mientras que el resto se quedará en Downton para asumir el desgastante reto de recibir una producción de cine en la finca.
Como podríamos esperar, DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA es una pieza coral. La trama se bifurca y además encontramos las infaltables “microtramas” que atañen a personajes muy concretos. El tejido final nos ofrece un filme sobre el cine como elemento disruptor y transformativo; las transiciones y las tradiciones; los inicios y los finales.
Dirigida por Simon Curtis (Hasta pronto, Christopher Robin, Mi semana con Marilyn), DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA es un filme realizado con presición y soltura. Pero, sobre todo, es una película a la que se le nota el bordado de Julian Fellowes quien, como creativo y fetichista de las piezas de época, tiene ya una firma reconocible.
El dominio de Fellowes sobre los relatos de periodo ha quedado pantente no solo en la serie y las películas de DOWNTON ABBEY. Su filmografía incluye los guiones de celebradas joyas del género como GOSFORD PARK (por el que ganó el Oscar), LA REINA JOVEN y VANITY FAIR. Huelga decir que en UNA NUEVA ERA volvemos a encontrar el producto de un experto, uno de los mejores en su nicho.
Tanto la puesta en cámara como las atmósferas, la paleta de color y la banda sonora te recordarán al DOWNTON ABBEY de la serie de televisión. La nueva película es —al igual que la anterior— una extensión clara y congruente del relato televisivo; sin embargo, no es un producto exclusivo para los fans de la serie.
Lo que distingue a UNA NUEVA ERA es que los seguidores del programa van a gozar enormemente de la película, entenderán las referencias y se sumergirán profundamente en los conflictos sutiles; en tanto, las personas no iniciadas entenderán y disfrutarán de las dos líneas argumentales de la trama mientras, al mismo tiempo, irán generando un interés, una curiosidad, por ver la serie. Dicho esto, para los fans, la nueva DOWNTON ABBEY es una ratificación de nuestra preferencia por este relato; para los novatos, una puerta de entrada para enredarse en la mitología de Fellowes.
En fin, sobra decir que salí sumamente satisfecho de ver DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA. Fue un deleite total para mí. Si algo le tuviese que reprochar, es que —muy al modo de los Crawley— al filme le falta osadía. El romanticismo con el que Fellowes y su equipo creativo contemplan el pasado aristocrático se vería beneficiado por algún evento realmente traumático en, no sé, una tercera película.
DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA es un estreno de Focus Features / Universal Pictures.
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Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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