Tras el éxito de su ópera prima VERANO 1993, Carla Simón ha regresado para probar que la belleza de su primer largometraje no fue producto de la casualidad, sino del talento. La cineasta tiene una visión propia, cosa que queda pantente en su nueva película: ALCARRÀS, que encuentra su estreno en nuestro territorio gracias a la programación del 20° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

De cara al encuentro de ALCARRÀS con el público mexicano, vale recordar que esta pieza de la realizadora nacida en 1987 representará a España en la ruta para lograr una nominación al Oscar como Mejor Película Internacional. Además, ya se alzó con el Oso de Oro en la pasada edición de la Berlinale. Por si fuera poco, Simón acaba de convertirse en mamá y, con ello, nace su nuevo proyecto, un cortometraje llamado CARTA A MI MADRE PARA MI HIJO, con el cual busca llenar un pequeño pendiente personal.

“Seguramente sea el trabajo más íntimo que he hecho en toda mi carrera, las posibilidades con el cortometraje crecen, no tiene una narrativa firme y con él todo cabe, los espectadores están más abiertos. Me siento muy afortunada de que mi cine funcione”, afirma Simón.

A causa del éxito de ALCARRÀS, el camino de Carla Simón marcha rumbo a una ROMERÍA, que será justamente el título de su tercer largometraje, el cual, de momento, tendrá que esperar un poco. Empero, ALCARRÀS sigue viviendo la etapa más bella de su vida: la búsqueda de nuevos espectadores que decidan maravillarse por el relato ambientado en una familia que cosecha melocotones. “Mi familia cosecha esa fruta. Tal vez por eso al principio me preguntaba si debía ir a por un final feliz. Pero creo que necesitaba mostrar, como parte de la historia del filme, la forma en que se vive la agricultura hoy, no una imagen de lo que solía ser. Hoy hay protestas, hay una paga injusta, y la película va tomando camino por ahí en ese aspecto”.


Colaboración por Felipe Flores.
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