En 2002, fue Roberto Begnini. Enzo D’Alò hizo lo propio en 2012. Le siguió Matteo Garrone en 2019 y hace apenas un par de meses le tocó a Robert Zemeckis. Estas son solo algunas de las adaptaciones recientes de PINOCHO a la pantalla grande. No ha pasado el primer cuarto del siglo XXI, y el personaje de Carlo Collodi ya ha sido sujeto de casi una decena de adaptaciones.

¿Por qué hemos recurrido tanto al muñeco de madera en lo que va de este siglo? ¿De qué es síntoma el regreso a Pinocho? Ahí dejo estas preguntas para su reflexión. Por lo pronto, celebremos que más de alguna de las ya citadas versiones recientes ha sido afortunada. Y luego está el PINOCHO DE GUILLERMO DEL TORO, una película excepcional, suprema, una pieza destinada a convertirse en un clásico.


Gepetto es un carpintero que no consigue superar la muerte de su hijo. Una noche, talla un muñeco de madera que cobra vida gracias a la magia de un hada. Mientras los terrores de la Italia fascista se erigen sobre el mundo y sobre la infancia, Pinocho vivirá una aventura llena desobediencia, mentira, peligro, engaños… y el más sincero amor paternal. En PINOCHO DEL GUILLERMO DEL TORO encontramos en igual medida un relato sobre la aventura de ser hijo y la odisea de ser padre.

Realizada con equipos creativos ubicados en Guadalajara y Portland, esta flamante y emotiva adaptación es un triunfo no solo narrativo, sino también técnico. Los directores Guillermo del Toro y Mark Gustafson han liderado a un equipo de trabajo de excelencia incontestable. Huelga decir que este PINOCHO no solo brilla como una de las mejores películas de animación stop-motion jamás realizadas, también es —simple y llanamente— una de las mejores películas de 2022.

Hay en PINOCHO una pieza de fantasía oscura —muy al modo de Del Toro— que seducirá tu imaginación y confrontará tu espíritu; hay, también, un drama humano que bien podría exprimirte muchas lágrimas y estrujar tu corazón. Ambas aristas dan como resultado una película hermosísima, de una belleza sobrecogedora.

Dicho todo esto y a sabiendas de que la película estará en Netflix, solo me queda recomendarte que no esperes al streaming y veas la película durante su estreno en pantalla grande. Las virtudes visuales y técnicas del PINOCHO DE GUILLERMO DEL TORO merecen ser apreciadas en todo su esplendor en la pantalla grande. Permítete sentir la imponencia de este relato maravilloso en una sala de cine.


Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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