★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Es Ennio Morricone quien hace grande al documental ENNIO, EL MAESTRO. Sabemos que el fallecido compositor fue un genio de las partituras, un dotado incontestable; sin embargo, verlo frente a la cámara rememorando su propia genialidad es oro puro.

Dicho esto, subrayo que este largometraje es lo que es gracias a Ennio. El personaje es grande; el largometraje, cumplidor, atemperado, presentado con la cantidad mínima (¿o justa?) de solvencia audiovisual. La pieza ha sido dirigida por Guiseppe Tornatore y ha sido eso, creo, lo que ha contribuido a mi decepción. Imaginé que el narrador bordaría algo más que un relato lineal sobre el gran Maestro.

Tornatore le ha jugado a la segura: La pieza es una serie de talking heads intercaladas con material de archivo, fragmentos musicales y retazos fílmicos. Y, además, se (re)siente su metraje. Si no fuera por la presencia del propio Ennio a cuadro, sería un producto más televisivo de que cinematográfico.

Baste decir que cuando veas este documental, te emocionarás gracias a Ennio, reirás gracias a Ennio, soñarás y flotarás gracias a Ennio… no gracias a la hechura de la pieza. Aún si Ennio se ha ido ya, siento que el documental definitivo sobre Morricone todavía está por gestarse en la cabeza de alguien más. Quizás allá sido la corta distancia entre Tornatore y Morricone lo que haya impedido al cineasta crear la supernova audiovisual parecía tener en las manos.

En fin, súper recomendable por el tamaño de Ennio. Y eso habría de bastar.


Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
Sigue al autor: Instagram | Twitter | Letterboxd