Verdades incómodas

★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

BLANQUITA, dirigida por Fernando Guzzoni, es un relato que conmociona. Esta película dura y desgarradora nos sumerge en una temática compleja, dolorosa, relevante y que merece ser discutida.

Inspirada en hechos reales, lo primero que debes considerar es que BLANQUITA es una ficción con sabor a drama fulminante, que no busca complacer al espectador, sino colocar en su escaparate temas como la prostitución infantil, el abuso a menores, la violencia sexual y la impunidad de los poderosos.

Nuestra protagonista, Blanca, es una joven chilena con una historia terrible que compartir. Su palabra, sin embargo, recibe el ataque del cuchillo de la incredulidad casi desde el arranque del filme. Su voz no alcanza, la verdad es insuficiente incluso si el crimen cometido es obscenamente atroz.

Me gustaría subrayar el trabajo del cinefotógrafo Benjamín Echazarreta (Una mujer fantástica, Gloria): en el filme hay imágenes verdaderamente arrolladoras, logradísimas respecto al trabajo de cámara. Echazarreta entiende la función de la cámara en su relación con el personaje, el espacio y el relato.

El filme coproducido por México y Chile ha tenido un circuito festivalero interesante. En el Festival de Venecia, BLANQUITA obtuvo el premio de guion en la sección Horizontes. Además, ganó el premio a Mejor Película en el Festival de Cine Latinoamericano de Huelva. Cabe agregar que la cinta fue enviada por Chile para competir por una nominación en la categoría de Mejor Película Internacional en los premios de la Academia.

En fin, Guzzoni nos ha entregado una pieza de visionado doloroso, pero que nos puede servir para entablar conversaciones necesarias sobre atrocidades espinosas.


Texto por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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