En 2019, un clásico de Stephen King volvió a las pantallas: CEMENTERIO DE ANIMALES (Pet Sematary) nos llevó al pueblo de Ludlow para confrontarnos con el horror luctuoso y sobrenatural de su premisa. Hoy, una precuela emerge a través de Paramount+ y se titula CEMENTERIO DE ANIMALES: EL ORIGEN.

El nuevo filme está ambientado en el ocaso de la década de 1960. Un joven intenta dejar atrás su ciudad natal. ¿Los secretos del lugar le impedirán lograr su cometido? En el marco del estreno del filme, en TOPCINEMA charlamos con la directora Lindsey Anderson Beer, quien nos compartió un poco sobre su relación con el terror y con la literatura de Stephen King.

¿Qué clase de consumidora eres cuando se trata de cine, literatura y otras expresiones artísticas de terror? ¿Cómo describirías tu relación con el género?

Desarrollé mi relación con el género desde muy temprana edad. Leí la novela Cementerio de animales cuando yo tenía unos nueve o diez años. Puedo decirte que de inmediato se convirtió en mi libro favorito y que despertó en mí una especie de obsesión por Stephen King. La verdad es que, desde mi juventud, mis géneros favoritos han sido el cine de terror, los thrillers de ciencia ficción y cualquier cosa que, definitivamente, no tendría que haber estado viendo cuando era apenas una niña [risas].

¿Qué clase de conversaciones tuviste con los productores Lorenzo di Bonaventura y Mark Vahradian para establecer el tipo de precuela que querían lograr con Cementerio de animales: El origen?

Tuvimos muchísimas. Creo que una de las charlas más importantes que sostuvimos fue en la que hablamos sobre lo importante que era para mí el poder reinventar la mitología sobre la tierra maldita para poder decir «esto no trata de un «wéndigo» ni de un pueblo indígena místico». La mitología que conocemos gira en torno a superstición o encubrimiento, de que hay algo de la historia que no nos han contado; era importante que pudiéramos tener personajes nativos americanos como eje, con su punto de vista como línea principal para contar este capítulo del relato.

Otra cosa importante era que teníamos que crear una historia que estuviera justificada, que nos permitiera aprender cosas que no sabíamos antes, que no fuera una historia paralela. Así que se volvió mi misión contar los orígenes de Ludlow para entender de dónde viene la maldad y qué tiene que ver el cementerio de animales en todo esto. Teníamos que contestar a preguntas fundamentales que aún no habían sido respondidas.

Esta es tu ópera prima, ¿cómo viviste la experiencia sabiendo que ya existía otra película de esta mitología y mientras buscabas que esta nueva obra tuviera también tu firma?

Lo cierto es que sentí libertad porque como se trata de una precuela, eso me daba la oportunidad de inventarme ciertas cosas; en términos de encontrar los parámetros creativos, yo me acerqué mucho al libro, la novela original de King se convirtió en mi brújula.

Pensando en esto último… ¿Qué tan presente tuviste la literatura (en general) de Stephen King durante el proceso creativo?

Tras descubrir a Stephen en mi infancia con Cementerio de animales, empecé a leerme todo lo que él escribía. Los amo todos [sus libros]. Durante el proceso de la película, me limité a lo que las páginas de Cementerio de animales podían darme, pero también es cierto que siempre intenté tener presente el espíritu de toda la bibliografía de King. Aún así, de verdad creo que Cementerio de animales es la novela más «Stephen King» de todas las obras de Stephen King. Es muy humana, es una gran mezcla de géneros, porque primero es un drama humano, luego es un relato de terror y además tiene detalles divertidos; creo que es por eso que siempre he sentido de Stephen King logra que sus libros se sientan como la vida misma.


Cementerio de animales: El origen ya está disponible en Paramount+.


Texto por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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