Un hombre enfermo recibe una llamada a deshoras para informarle que su hijo, ingresado en una institución mental, será finalmente dado de alta. Sin pensarlo dos veces, nuestro protagonista toma su coche y viaja para recoger a su vástago, pero al llegar al hospital, no lo encuentra por ninguna parte. Así arranca la trama de HASTA ENCONTRARTE (Let Me Have My Son), el drama paternal dirigido por Cristóbal Krusen ambientado en Estados Unidos, pero que también tiene algunas escenas rodadas en México.

El largometraje ya se encuentra disponible en compra y renta a través de Prime Video. Tras el estreno digital, en TOPCINEMA charlamos con Krusen y Patricio Corona, quien se encargó de co-dirigir las escenas realizadas en territorio mexicano.

Cristóbal, cuéntanos sobre tu proceso al escribir el guion de HASTA ENCONTRARTE…

CRISTÓBAL KRUSEN: La historia está inspirada en la vida de mi primogénito, quien fue diagnosticado con esquizofrenia a la edad de 17 años. Hoy tiene 40. En su momento, escribí un libro al respecto, que era más bien una colección de cartas que escribí durante su enfermedad. Los primeros seis años tras su diagnóstico, los pasó internado en Estados Unidos, donde me dijeron que nunca iba a salir de ahí. Fue muy duro escuchar eso porque él fue un hijo muy bello, la luz de mis ojos. Verlo sufrir así fue muy difícil e, inicialmente, no quería hacer una película.

Sin embargo, hace unos cinco o seis años empecé a tener ideas sobre cómo podría realizar esta historia como película. Soy escritor y director, así que llegó el día en que tomé la decisión de escribir un largometraje.

Sé que el rodaje tuvo sus reveses; por ejemplo, entiendo que tuvieron que suspender la filmación a causa de la pandemia. ¿Cómo impactó esto el proceso creativo?

PATRICIO CORONA: La película comenzó a rodarse en México, esas fueron las primeras escenas del guion que se filmaron. En marzo de 2020 terminamos de filmar en Ixtapa y, justamente, llegó la pandemia. Lo que venía después era filmar todo lo que ocurre en Minnesota, que son las escenas nevadas que se ven en la película, pero Cristóbal siempre bromea diciendo que esta pausa nos vino como anillo al dedo porque justo se acabó el dinero [risas]…

CK: Así que tenía una muy buena excusa: «es la pandemia, no podemos seguir filmando» [risas]… Pero sí, la pandemia nos detuvo un poco y fue una película que tuvimos que filmar en partes.

Hay un contraste entre las escenas en México y el resto de la película. Como espectador, un siente un cambio de tono en la intensidad del relato. ¿Qué te inspira a traer el relato a México y qué crees que le aporta el imaginario mexicano al filme?

CK: La parte mexicana no es «inventada», así nos pasó en la vida real. Mi hijo, mi familia y yo nos mudamos a vivir a México por un tiempo. Nos fuimos para allá porque yo había vivido previamente ahí, conocía la cultura y, además, sabiendo que en EEUU decían que mi hijo tenía que estar permanentemente internado, nos marchamos para México. Nos escapamos, se podría decir. Los mexicanos nos recibieron de brazos abiertos, con un corazón tierno. Fue el calor mexicano el que nos cubrió durante ese tiempo, experimentamos un refugio entre la gente mexicana.

PC: Y, como bien dices, la corrección de color en México es distinta a la corrección de color del resto de la película, tienen otro tono visual y emocional. Las escenas en nuestro país representan precisamente un oasis, un «refugio» como dice Cristóbal.

El director Cristóbal Krusen y el director de la Segunda Unidad, Patricio Corona

¿Cómo fue el proceso de dirección de actores? Te lo pregunto porque también haces el papel principal y hay varias escenas donde, supongo, incluso tenías que dirigir la película desde «dentro» del cuatro.

CK: Fue un desafío, ciertamente. Patricio me ayudó en una ocasión, recuerdo que me dijo: «es más importante sentir, que expresar». El punto era que si sabíamos lo que los personajes estaban sintiendo, eso iba a terminar por comunicarse al espectador. Si soy honesto, viendo la película puedo pensar: «si no hubiera estado actuando, hubiera hecho tal o cual cosa diferente». Pero también puedo afirmar con total honestidad es que hice mi mejor esfuerzo para tener una película hecha de corazón, una película honesta y compasiva, que era mi principal objetivo. A través del dolor de mi hijo, yo también he sufrido, por eso siento mucho empatía frente a cualquier familia que esté afrontando algún caso de salud mental.

Respecto al ánimo de hacer una película compasiva, ¿nos pueden compartir que clase de experiencia encontrará el público que vea HASTA ENCONTRARTE?

PC: Creo que es una película perfecta para esta época del año, en la que buscamos relatos para reflexionar. Es una cinta sobre no perder la fe, de espiritualidad, para toda la familia. Es que hay muchas familias en México que pasan por situaciones como esta; habla sobre la esperanza, te deja un buen sabor de boca, vale mucho la pena rentarla o comprarla.

CK: Yo diría que la audiencia tendrá un viaje de dos horas donde experimentarán escenas muy hermosas de Estados Unidos, al norte, con nieve, pero también de una representación muy positiva de México, algo que expreso de la manera más sincera, debido a todo lo que México nos dio como familia. Finalmente, diría que también experimentarán escenas de humor, porque de pronto la gente piensa que como es una película sobre salud mental será una experiencia muy pesada, pero también tenemos momentos muy alegres y coloridos, de gozo… y hasta de realismo mágico.


Texto por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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