El próximo 10 de julio llegará a la cartelera nacional Concierto para otras manos, documental mexicano dirigido por Ernesto González Díaz y nominado al Ariel 2024 como Mejor Largometraje Documental. Esta producción, que se estrena en Cineteca Nacional, salas seleccionadas de Cinemex y circuitos de cine independiente en distintos estados del país, se ha convertido en uno de los títulos más emotivos y transformadores del cine mexicano reciente.

La cinta cuenta la historia de David González Ladrón de Guevara, un joven con Síndrome de Miller, condición genética poco común que afecta la movilidad y la audición. David nació en una familia de músicos y, desde pequeño, soñó con tocar el piano como su padre, el reconocido pianista y compositor José Luis González Moya. Lo que parecía una meta imposible se convierte en el eje de un viaje poderoso y conmovedor que transforma no solo la vida del protagonista, sino también la de su familia.

La música como puente entre generaciones

Para el director Ernesto González, quien estudió piano en su infancia, la conexión con la historia de David fue inmediata: “Cuando lo vi tocar por primera vez, me impactó profundamente. No solo por su técnica, sino por la fuerza emocional que transmitía. Al enterarme de que su padre, al inicio, creía imposible compartir la música con él, supe que había una gran historia que debía contarse”, compartió en entrevista con TOPCINEMA.

Lejos de caer en clichés sobre discapacidad, Concierto para otras manos opta por abordar la historia desde la humanidad y el arte, explorando con sensibilidad los retos y logros de sus protagonistas. González señala que fue crucial evitar el morbo o la lástima, y centrarse en la relación padre-hijo atravesada por el poder de la música: “No quería hacer un documental sobre discapacidad, sino sobre la transformación personal y la conexión que genera la música”.

Una obra estructurada como una partitura

Inspirado en la forma de una sinfonía clásica, el documental se divide en cuatro movimientos y una coda. Esta estructura acompaña el crecimiento artístico y emocional de David, culminando en el estreno de una pieza compuesta especialmente para él por su padre: el Concierto para Piano a 8 Dedos y Orquesta. La interpretación de esta obra, más allá de su complejidad técnica, se convierte en un acto de amor, redención y reafirmación.

La película se ha presentado en festivales como el FICG (Festival Internacional de Cine en Guadalajara), DocumentaQRO, Zanate y DocsMX, además de participar en certámenes internacionales en Moscú y Massachusetts. Ha recibido el Premio del Público en Zanate y el reconocimiento a Mejor Documental en las Diosas de Plata 2024.

Una historia que merece ser vista en pantalla grande

González reconoce que el recorrido ha sido tan gratificante como sorprendente, pero subraya que el mayor logro es llegar a salas de cine: “Más allá de los premios, el verdadero sueño es que la película se vea en cines. Es una historia que merece ser compartida en pantalla grande, con todo el poder de la imagen y el sonido”.

La exhibición comercial, además de cerrar un ciclo de producción y festivales, permite que más personas conozcan la historia de David y su familia. “Queremos que el público reflexione sobre el poder de la creatividad para transformar lo que creemos una limitación. La película tiene mucho de eso: de fe, de arte, de encuentro”, apunta el director.

Sigue su ruta en cartelera

Concierto para otras manos tendrá funciones en la Cineteca Nacional, salas de Cinemex y espacios alternativos en ciudades como Guadalajara y muchas otras. Para seguir la cartelera y descubrir en qué lugares estará disponible, Ernesto invita a seguir las redes sociales oficiales de la película: @conciertoparaotrasmanos. Ahí se publicará semanalmente la lista de funciones y sedes, así como materiales adicionales.

Un viaje transformador

Más allá de su contenido emotivo, Concierto para otras manos es también un poderoso ejemplo del valor del cine documental como vehículo de conexión y empatía. En palabras de González: “El documental me ha enseñado a mirar con humildad, a aceptar que no todo está bajo control, y a confiar en que, a veces, la vida misma escribe las mejores historias”.

Una invitación a redescubrir los vínculos familiares, la fuerza de voluntad y la posibilidad de comunicarnos más allá de las palabras. Una película que, sin duda, dejará huella.

¿Listo para escuchar un concierto que no se toca con las manos, sino con el alma? No te pierdas Concierto para otras manos a partir del 10 de julio en cines.