★ ★ ★ | Por Arturo Garibay

Dos realidades contrastadas se cruzan sin cruzarse en TRAVESÍAS, el nuevo largometraje de Sergio Flores Thorija. El escenario es la mancha urbana que conocemos como Tijuana o San Diego, dependiendo del lado de frontera en el que estemos parados.

La película me mantuvo lo suficientemente interesado como para querer acompañar a los personajes en su odisea. Esto ocurre, creo yo, como consecuencia de la principal virtud del largometraje: Flores Thorija presume una notoria claridad de intenciones. En contraste, tengo que mencionar que la película resulta demasiado familiar en fondo y forma.

TRAVESÍAS trata sobre una chica llamada Alejandra que vive en Tijuana. Cuando su hermano desaparece tras cruzar a San Diego, decide ir en su búsqueda. Le han dicho que ha muerto, pero ella no cree que sea así. Al mismo tiempo, Víctor es un universitario estaodunidense de ascendencia mexicana que, motivado por el cumpleaños de un amigo suyo, debe volver a internarse en Tijuana, la tierra de su familia pero que le resulta totalmente ajena.

LO MEJOR DE LAS TRAVESÍAS

Hablemos primero de las actuaciones: a mí me ha volado la cabeza el nivel de realismo logrado por el trabajo de Flores Thorija con su elenco de actores naturales. Tanto Alejandra Carrillo como Víctor García —protagonistas del filme— carecen de formación profesional actoral. Su naturalidad no se puede fingir. Interpretativamente, la pieza está resuelta con situaciones que replican de manera incontestable el look and feel de lo cotidiano.

Muchos diálogos —que no todos— se formulan con una naturalidad reconocible por todos. TRAVESÍAS puede presumir de uno de los mejores trabajos que he visto con no-actores en un buen rato. En este punto, debo añadir que yo no sé si Carrillo se sentirá inclinada a seguir experimentando el camino de la actuación, pero si lo hace, será interesantísimo ver cómo se traza su ruta.

Otro aspecto que me pareció interesante del filme tiene que ver con la forma en que el director hace uso del plano secuencia. El recurso llega a ejercerse con reto y osadía en un par de escenas. Esto le da a la película una cualidad muy orgánica que, estoy casi seguro, Flores Thorija quería lograr. Y los logros de cámara se exponencian cuando le sumamos las no pocas referencias fílmicas o pictóricas que se filtran en el filme.

TRAVESÍAS POR UN CAMINO EMPEDADRADO

Ahora hablemos de los frentes en que me parece que la película se queda corta. El que más he resentido es el de la frescura. En muchos sentidos, TRAVESÍAS parece una película «de librito» para un cineasta formado en de FILM FACTORY. El uso del naturalismo, de los planos distendidos, la incorporación de no-actores, la búsqueda de la crudeza y la provocación en ciertas imágenes… Sí, todo eso ya lo vimos antes en otras piezas o de Reygadas o de Tarr o de otros cineastas del mismo linaje.

Dicho esto, ni el trazado de la trama ni la hechura del filme me sorprendieron. Para cuando iba a mitad de la película me hice a una idea muy transparente —rayando en lo predecible— de las posibilidades de la historia: casi como un río que sabes dónde desemboca invariablemente.

¿Sabes por qué creo que resentí esto? Porque justo hacía unos días acababa de ver otra película de un otrora estudiante de Film Factory: la desconcertante Cordero (Lamb, 2021) de Valdimar Johánnsson, un cineasta al que se le nota su formación pero que logra apropiarse del lenguaje que ha aprendido. Johánnsson ejerce la artesanía audiovisual de la que es heredero bajo sus propios términos. A Flores Thorija todavía le falta andar el camino de la apropiación para forjarse una identidad autoral que sea totalmente suya. Empero, sí creo que va por el camino correcto.

TRAVESÍAS tiene los atributos necesarios para formar parte de una competencia oficial como la del Festival Internacional de Cine de Morelia. Sé, incluso, que aquellos más afines al estilo de realización de Flores Thorija ensalzarán su película. Porque sí creo que es una pieza de esas que tienen espectadores muy comprometidos con el estilo usado por el cineasta. Más allá de que para mí se haya quedado corta al cautivarme, sí veo una pieza de esas que abren buenas discusiones en un contexto festivalero. ¿Te sumarás al viaje?


TRAVESÍAS es dirigida por Sergio Flores Thorija y es selección oficial del 19° FICM.

Lee nuestra cobertura del Festival Internacional de cine de Morelia aquí.


Una crítica de Arturo Garibay para TOPCINEMA | COBERTURA ESPECIAL
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