Las historias familiares frecuentemente son motivo de creación cinematográfica. En CORAJE —dirigida por Rubén Rojo Aura, hijo de la actriz y protagonista Marta Aura— afrontamos una realidad disfrazada de ficción, la cual compite por el Premio Mezcal en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 37).

En la vejez, una actriz de teatro afronta el regreso de su hijo alcohólico. Al mismo tiempo, su carrera se ve amenazada por una ceguera que cada día avanza más y que podría sepultar sus quehaceres artísticos.

En entrevista para TOPCINEMA, la actriz —y sobrina de la protagonista— María Aura presenta CORAJE dentro del certamen fílmico tapatío, en lo que es una experiencia sumamente personal.

«La película trata temas muy duros, fue un proceso obviamente doloroso, pero también hermoso para Rubén Rojo, quien es el director de la película, y para Marta Aura, que es la protagonista. Es una película muy familiar. Habla de la verdadera historia que hay detrás de esta familia, habla de mi sangre, de mi ADN, de mi genética; yo también soy una mujer actriz, también yo tengo hijos, me enfrento a las dificultades de ser actriz, me siento muy orgullosa de este filme», reflexiona María Aura en la conversación.

El proyecto de Rojo Aura retoma valores únicos como el amor maternal, situación que para María Aura, la hacen contemplar situaciones propias de la vida. «Yo lo he vivido cerca de Marta, sé que ha sido doloroso, ha sido difícil, pero me parece hermoso que ella tenga el valor de sublimarlo de esta manera, de convertirlo en una obra de arte, compartir este dolor. De alguna manera, al decir las cosas, duelen un poco menos, al hacer esta catarsis, es un alivio», añade la actriz.

CORAJE no solo habla sobre lo que significa el envejecimiento para una actriz, sino que reivindica el amor de madre, al poder ser testigos de la relación rota que existía entre Alma y Alex, sanando heridas que parecían incurables.

En ese sentido, María Aura estima que «el amor por mis hijos es inquebrantable, no hay nada que ellos pudieran hacer o dejar de hacer que me haga quererlos menos, las relaciones madre-hijo son complejas, son dolorosas […] No es fácil ser mamá y actriz, Alma lo dice en la película, que ella no nació para ser mamá, nació para ser actriz”.

Finalmente, la intérprete concluye que “fue un regalo poder estar en la película de Marta, quería ayudar a contar la historia, observarla trabajar, quererla tanto, admirarla tanto, me enorgullece muchísimo poder ser parte de su vida”.


Entrevista por Felipe Flores para TOPCINEMA
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