Daisy Edgar-Jones ejerce su magnestismo, hipnotiza a la cámara. Desgraciadamente, eso no evita que LA CHICA SALVAJE (Where the Crawdads Sing, 2022) de Olivia Newman se sienta como una película frívola, como una oportunidad perdida. El relato fílmico, basado en el bestseller de Lucy Alibar, va desestimando poco a poco sus temas más importantes —la maduración, la independencia, el rechazo social, la autoconservación… todos ellos abordados con banalidad— para privilegiar el cariz romántico y cursi de la trama, lo que la acerca más al melodrama de culebrón que al cine humanista.
Kya es una joven solitaria e independiente, amante de la naturaleza. Cuando era apenas una niña, su madre y sus hermanos huyeron del abuso doméstico de su padre alcohólico, quien también terminó por marcharse. Fue así que Kya aprendió a mantenerse sola desde temprana edad y se construyó un hogar en el epicentro de una marisma norcarolina. Su vida como anacoreta, sin embargo, la convirtió en una paria ante los ojos de la sociedad. La vida de Kya alcanza su dramático punto de inflexión cuando, ya siendo adulta, es acusada de asesinato.
No hay gran cosa que destacar en LA CHICA SALVAJE. La película es tibia de principio a fin; apenas si ocurren un par de giros de tuerca capaces de despertar las terminales nerviosas del espectador. La cinta transcurre sin confrontaciones ni emociones profundas, no renuncia a su visión insustancial y astringente de los dolores y reveses de la vida.
Así, LA CHICA SALVAJE termina por erigirse como un estandarte de «los blancos también lloran». Es más, hasta la dirección de arte contribuye a eso: solo de niña vemos a la pobre Kya toda «chamagosa», pero su suciedad es una suciedad de diseño. Todo es tan artificioso, que aburre.
En todo caso, quizás habría que celebrar que la cinefotógrafa británica Polly Morgan (Un lugar en silencio: Parte II, 2020) hace un muy buen trabajo, sobre todo considerando las complejidades de filmar en entornos naturales rodeados de agua. El nivel de artesanía de Morgan queda probado nuevamente y solo es cuestión de que llegue el proyecto correcto para que reciba su primera nominación al Oscar.
Si quieres ver una telenovela de Thalía con ínfulas de cine de Hollywood, aquí la tienes. Tal vez te la recomendaría si eres de los que caen fácil en las garras de las pelis románticas americanas (onda «Nicholas Sparks») o si eres de lagrimita fácil y cargas el «klínex» a donde sea que vas. LA CHICA SALVAJE es apenitas una película palomera.
LA CHICA SALVAJE es un estreno de Sony Pictures.
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Crítica por Arturo Garibay para TOPCINEMA
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